Desde luego que no se pusieron de acuerdo ni hicieron pactos para disfrutar de sus vacaciones de verano en la misma fecha, los primeros días del octavo mes del año.

El presidente norteamericano Donald Trump para sus días de descanso eligió disfrutar del famoso y esplendido green tan relajante para ir con su mochila y palos para darle duro a la pelota del golf, para sacar corajes ¿reprimidos? y liberar sus tensiones.

En tanto, un equipo multidisciplinario de su famoso piso de Nueva York apura a plomeros, albañiles y decoradores para aplicar algunos ajustes a su residencia temporal de Washington, la Casa Blanca, a fin de disfrutar a gusto los ‘detalles’ en su entorno para vivir placenteramente a los estándares a que está acostumbrado el multimillonario, quizás lavabos, inodoros y llaves de oro como ‘en su piso’. Estos ajustes sólo para ‘sentirse en casa’ y de paso olvidarse hasta de ‘sus odiados periodistas’

Por su parte Vladímir Putin también está de vacaciones. El hombre del Kremlin escogió otro entorno para descansar, algo muy ajeno a su hábitat. Pidió que lo ubicaran en una zona con ríos de aguas frías para pescar,  y valles y montañas para descasar.

Convertido en un personaje indefinido entre Rambo y James Bond, dicen que ha logrado desconectarse de lo que es su día a día que a veces resulta agobiante a la vez de pleno, como suele ocurrirle a los hombres que ejercen el poder.

Los dos mandatarios son líderes de las dos potencias económicas y militares más poderosas del planeta.

En tanto aquí en tierras aztecas su colega, el presidente de México Enrique Peña Nieto también eligió los mismos días para disfrutar de unas ¿merecidas? vacaciones, en compañía de su bonita y nutrida familia.

El presidente mexicano democráticamente (como dicen que es su mística) eligió playa con sus hijos para disfrutar del sol, las aguas, la arena, el marco ideal para relajarse. Desde luego su gente localizó una porción de playa privada, lejos de los ojos de los demás.

Se asegura que su única preocupación aparente estos días de comida y descanso, es la convención nacional del PRI donde de acuerdo a los tiempos se comenzarán a dar los primeros trazos de un retrato hablado de  su personaje elegido para que figure como su candidato a ganar la nominación priista para que inicie campaña para sucederlo.

Mientras el presidente descansa, algunos aseguran que en los círculos priistas  ya se habla de lo que ha adelantado el líder del tricolor Enrique Ochoa Reza, que ‘no habrá candado’ para la elección de candidato.

Por lo que las miradas furtivas ya siguen la ruta que conduce a un hombre serio trabajador e independiente y hay que decirlo excelente administrador público.

No se trata del político que promete sueños guajiros o tabasqueños, ni se le conocen  mafias.

A los vacacionistas Trump, Putin y Peña Nieto, por qué no expresarles que en su descanso ojalá puedan disfrutar y dormir a pierna suelta, y que recuerden que el tiempo se fuga. Y que tengan presente los consejos que les daban a los emperadores romanos al oído: ‘recuerda que eres mortal’