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Lunes, 18 Septiembre 2017 22:31

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Siguiente capítulo Escrito Por :   Irma Sánchez

Una entrega más sobre la inseguridad que azota en Puebla.


En su editorial de ayer ‘La Cornada’ del periódico La Jornada de Oriente, destacó que ‘nunca se había sentido tanto miedo de vivir en Puebla’.

 

A esta  aseveración le asiste ‘toda la razón’, ya que al salir a la calle en cualquier punto y a cualquier hora usted es blanco de la delincuencia.

 

A pie, conduciendo su vehículo, a bordo del transporte colectivo, en taxi, en un restaurante, en una farmacia, en un salón de belleza, en un paradero, usted puede ser la siguiente víctima. Asimismo si se queda en su domicilio.

 

Hasta los espacios personales de algunos servidores públicos enfrentan la misma suerte, pregúntele a un secretario de despacho del gabinete del gobernador Tony Gali que tiene unas oficinas en la 14 Sur; los ladrones entraron y le robaron las cuatro computadoras más otros objetos, y con sus prisas le dejaron las escaleras de aluminio con las que burlaron la barda del inmueble.

 

Los amigos de lo ajeno en esta etapa no han respetado ni los templos, por eso hoy muchos abren sus puertas sólo a la hora a la que tradicionalmente ofrecen sus oficios.

 

Unos más y otros menos, pero ‘todos’ ya fuimos víctimas.

 

Analizando el tema ‘todos’ nos quejamos de la inconsistencia de un sistema de seguridad que sólo funciona para escoltar a algunos servidores públicos.

 

Pero en el tema tenemos que asumir una responsabilidad compartida en un problema multifactorial en el que usted y yo tenemos una responsabilidad también.

 

1. El respeto a los demás.

 

2. La honestidad.

 

3. El valor civil para denunciar porque por no perder tiempo callamos muchas irregularidades siempre pensando en primera persona.

 

4. Dejamos en los maestros y en las escuelas la educación de las nuevas generaciones y con hechos en las familias disfuncionales deformamos lo que debe ser el recto actuar.

 

5. Esperamos todo de las instituciones de gobierno y evadimos responsabilidades.

 

6. El coraje, la frustración y la impotencia la sacamos hablando pestes de todos en corto.

 

Tenemos que replantearnos entre familia, entre vecinos, entre la colonia, no contentándonos en buscar culpables, sino la forma de cooperar para combatir este problema por el que en algunos puntos han comenzado a hacer justicia los vecinos.

 

No más inseguridad en Puebla.

 

¡Queremos vivir sin miedo! claman todos.

 

No más casas enjauladas cubiertas con cercas electrificadas, puertas hasta con cuatro seguros, alarmas que a cada rato se activan y aturden al vecindario.

 

Entre algunos poblanos hay tal coraje, que son capaces de ‘todo’ para repeler el delito jugándose la integridad.

 

¿Qué tiene que pasar?

 

Ya me tocó.

 

 

 

 

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