Jueves, 18 de Abril del 2024
Lunes, 25 Septiembre 2017 22:10

Se verá el 18

Se verá el 18 Escrito Por :   Irma Sánchez

El terremoto del pasado martes nos dio la oportunidad de mostrarnos a nosotros mismos de lo que estamos hechos y somos capaces.


Leí un comentario de don Francisco Castillo Montemayor, de que al observar la reacción y respuesta de los jóvenes podemos estar seguros de que lograrán un mejor país por el compromiso y la solidaridad con la que en forma voluntaria han actuado para atender a los demás.

 

Entre todos han demostrado que tenemos una sociedad civil de pie y dispuesta a jugársela por un mejor México.

 

El fenómeno es claro: más sociedad y con esto, las nuevas generaciones sabrán poner orden y las cosas en su lugar tras décadas perdidas siempre esperando a que germinen tantas promesas, esperanzas y sueños sembrados.

 

Sin distingo de clases hombres y mujeres supieron hacer las cosas para los demás que corrieron con la peor de las suertes.

 

Unos fueron a las comunidades para extender su ayuda  y ‘descubrieron’ la pobreza más allá de los personajes que se cruzan en su camino día con día extendiendo la mano en busca de una moneda en los cruceros.

 

Ante su asombro no pudieron diferenciar entre la pobreza extrema en la que viven muchos desde hace tiempo atrás, y la pobreza ahora con ‘el plus’ de la tragedia que aniquila sueños y esperanzas.

 

Estos mexicanos tradicionalmente reciben un rayito de luz para un proyecto de vida diferente, de campaña en campaña política, sin que finalmente se logren cambios en sus vidas cada vez más miserables.

 

Rutina que por cierto en unos meses volverán a vivir cuando un montón de candidatos de todos los partidos políticos recorran sus abandonadas comunidades que buscarán el voto para llegar a la presidencia de la república, a una senaduría, una diputación, al gobierno de Puebla, a una diputación local y a una alcaldía.

 

Entregar los apoyos con urgencia a los damnificados del terremoto resultó una hazaña para algunos grupos que  no pudieron diferenciar entre damnificados de la pobreza extrema y damnificados del terremoto que hoy ‘buscan’ lo que sea para saciar tanta necesidad, dolor y abandono que laceran.

 

México hoy está de pie pese a todas las adversidades de la naturaleza.

 

De pie, solidario, comprometido a partir de una tragedia que en nuestro estado cobró la vida de 45 personas y casi acaba con nuestro patrimonio heredado de hace más de cuatro siglos, y del que hemos sentido orgullo que hoy se convierte en pena.

 

El terremoto del fatídico 19 de septiembre de este 2017  lo sacudió todo en apenas unos cuantos segundos.

 

Recoger los escombros y reconstruir lo urgente tardará muchos meses y millones de pesos.

 

Pero lo más importante, el terremoto logró también  ¿sacudir las conciencias?

 

Ya veremos en el nuevo México que surgió tras la catástrofe.

 

Un México por cierto en el que todos debemos de seguir comprometidos superando el papel de espectadores y críticos que tuvimos hasta el pasado martes antes del fenómeno telúrico.

 

 

¿Cuál será el México que surgirá de entre los escombros?  

 

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