La gente, comenzando por los propios poblanos atendiendo a la invitación éste fin de semana pasado, comenzó a regresar a la zona monumental para disfrutar el legado arquitectónico y artístico de más de cuatro siglos.
Pero el retorno no resultó placentero, la gente se sintió molesta y defraudada.
Si bien los inmuebles están apuntalados y en las zonas de riesgo se protege a los visitantes, hay algunas fallas y errores sobre la marcha.
Por ejemplo, se ha promovido intensamente desde el año pasado el famoso paseo para conocer ‘Los Secretos de Puebla’ que no todos los poblanos conocen todavía.
Pues resulta que al querer conocerlos hoy el visitante se siente defraudado.
Los paseantes compran su boleto de 20 y 10 pesos. Estos especifican a la letra un recorrido a partir del Puente de Bubas para seguir por el pasaje del 5 de mayo, visitar los Lavaderos de Almoloya y culminar en el Parque Temático en la zona histórica de Loreto.
Ya listos y emocionados por descubrir los misterios de Puebla son concentrados en el Puente de Bubas, después son conducidos a ‘conocer’ la fachada de la Escuela de Artes y Oficios y finalmente son guiados al Parque Temático.
¡Qué fraude! dijeron todos.
Otro caso
Ya en la zona histórica los visitantes –algunos escolares– con lápiz y cuaderno para tomar apuntes, interesados en conocer el Museo de la No Intervención se quedan con las ganas porque resulta que si bien ya abrió sus puertas, el 70 por ciento de sus instalaciones y acervo están restringidas al público porque por los estragos del movimiento telúrico está en obra de reparación y tiene restringido el paso a quienes lo visitan.
Entonces para qué promoverlo y para qué vender boletos de entrada si no se puede visitar, sólo asomarse a su conjunto.
Entendemos el proceso de reconstrucción y mantenimiento, pero hay que tener cuidado con los términos y en las promociones porque a como se hacen hoy las cosas resultan un fraude.