Todo apunta a que en nuestra nación seguimos dando pasitos hacia adelante y pasotes hacia atrás, con todo y el esfuerzo y sabiduría de los titulados en Oxford, Harvard y Massachusetts que fueron contratados para analizar, planear y decidir políticas que rescaten a este país con sus 130 millones de mexicanos, dentro de los cuales 57 millones la pasan muy difícil para salir adelante día con día.

De acuerdo con datos oficiales estos jóvenes controlan el crecimiento de la pobreza, ya que de sumar 52.8 millones en 2010, para el año pasado son ya 57 millones el número de pobres, debido al crecimiento demográfico.

El tema es que la queja se generaliza en todos los círculos, en todos se enfrentan limitaciones para tener acceso a bienes y servicios que anteriormente no resultaban gravosos; es decir, ¡hoy no alcanza!

Aunque hay que reconocer que en medio de esta pobreza, 16 mexicanos viven en condiciones diferentes por las fortunas que gracias a las leyes y funcionarios mexicanos han podido amasar sin ningún problema.

Industriales y comercializadores se quejan de la política que los señoritos han manejado en materia de energéticos, porque cada brinco en los precios representa centavos y pesos más para el costo de todo lo que cualquier mortal compra para el día a día.

Por lo tanto, la advertencia de que este año es que todo apunta a una inflación del 5.6 por ciento, contra la que se registró el año pasado del 3.38 por ciento.

En materia de crecimiento anticipan los analistas que éste se ajuste a un 1.50 por ciento, frente a un 2.36 por ciento que se tuvo el año pasado, y del que ya se escuchaban lamentos que era muy bajo.

Por lo que “usted échele ganas”, algún día sus bisnietos al tomar el timón de esta nación, podrán retomar el crecimiento franco y floreciente, con oportunidades “para todos” y prometido de campaña en campaña.

Si hay regulares y buenas noticias compártalas como el ritmo de la construcción en nuestra ciudad, en donde se erigen plazas comerciales y torres con vista a la rueda de la fortuna o el teleférico.

Y comienzan a salir de prisión los líderes políticos a los que les vaciaron el código civil en su momento.