Señaló que desde su incorporación como diputado federal “denuncié la barbarie, voracidad y depredación del gobierno panista en Puebla”.
“El 10 de septiembre del 2015, interpuse un punto de acuerdo para investigar el robo de combustible en Puebla; el 29 de abril del 2016, denuncié públicamente el despido de más de 14 mil empleados estatales; en octubre del mismo año, hice evidente el chantaje político y espionaje que ejercía el panismo secuestrado, desde casa Puebla; He denunciado explícitamente la privatización del agua, la detestable deuda pública que asciende a más de 70 mil millones de pesos del Fideicomiso Evercore que nos condena a todos los poblanos a pagar obras por más de 50 años, y advertí la desaparición de municipios en el estado ante la Ciudad Modelo, Audi”.
“Pero la voz de un diputado, como la voz de los presos políticos y la de muchos de ustedes, compañeros reporteros, no son suficientes.
“Busqué refugio y apoyo en mi dirigencia nacional, y su respuesta fue el congelamiento y acoso político. Desde que inicié mi lucha contra la corrupción y opacidad, mi propio grupo político me apartó de las discusiones legislativas, redujo considerablemente mi acceso a tribuna, querían callarme y fundirme en el frío de la curul, y luego la dirigencia nacional del PRI dice que los traicioné”.
Armenta habló en reunión con reporteros durante un desayuno en el que estuvieron presentes su esposa, su padre, sus hijos, sus maestros y muchos amigos.
¿Pregunto que cómo pueden hablar de traición, quienes han entregado Puebla a manos del ex gobernador Moreno Valle; quienes allanan y roban mi oficina en el Congreso?
“Por mi parte todo está transparentado en tiempo y forma y ante quienes correspondió. Por ello, esa cúpula coludida prefirió expulsarme políticamente y suspender mis derechos partidistas, antes de escuchar a un militante con 32 años de trayectoria y vocación de servicio. Me han denunciado y suspendido por denunciar su perversa complicidad”
“Sé que ahora me enfrento a dos partidos y a sus aparatos gubernamentales que buscarán intimidarme, desprestigiarme y sembrarme delitos”. Agregó que el trabajo de los medios de comunicación es de vital importancia para la libertad de expresión y la protección de los derechos humanos.
“Durante muchos años creí en el PRI que estaba a favor de las causas populares; que defendía los derechos sociales y ahora veo al partido secuestrado por esa cúpula comparsa de Moreno Valle. Por ello, hoy anuncio mi separación definitiva del Partido Revolucionario Institucional”.
Al final señaló que hace responsables a César Camacho, Enrique Ochoa y Rafael Moreno Valle, cómplices de su seguridad patrimonial y sobretodo de la seguridad de su familia y de su equipo de trabajo.
Alejandro Armenta Mier es el primer priista que se ha atrevido a hacer lo que hizo. Estos son tiempos en que las amenazas de expulsión de los partidos, como las amenazas de excomunión de la Iglesia Católica en la Edad Media y hasta el siglo XIX, ya no funcionan. Las amenazas de expulsión de los partidos políticos en México, ya no intimidan a nadie, es más, los militantes priistas solitos abandonan al PRI y se van con la música a otra parte y no pasa nada.
Bueno, el priismo se debilita con cada expulsión, con cada amenaza que lanza a sus militantes. Sin ninguna duda la salida de Armenta será sentida por el PRI en poco tiempo, como la de José Alarcón Hernández, como la de Fernando Morales y otros más, ya que han sido figuras importantes dentro del priismo poblano y muchos militantes del partido tricolor, lamentan las decisiones de sus dirigentes nacionales, que al parecer desconocen lo que ha pasado en Puebla desde el año 2010.
Y usted se preguntará, bueno y después de esto, ¿qué sigue? Platicamos con un miembro de los grupos ciudadanos y organizaciones no gubernamentales que han venido apoyando a Armenta y que incluso lo han mencionado como su posible candidato a gobernador para el 2018 y su respuesta ha sido breve pero contundente: “Hay que esperar al 28 de este mes. Algo va a pasar, te lo aseguro”. Vamos a esperar.