Y se confirma lo que en este espacio le dijimos hace unos días: el candidato presidencial será José Antonio Meade, secretario de Hacienda; y el presidente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza será sustituido por Miguel Ángel Osorio Chong, actual secretario de Gobernación.

 

El coordinador de campaña, en esto fallamos, no será el líder del Senado Emilio Gamboa Patrón, sino el actual secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño.

 

Se sabe también que el candidato del PAN será Ricardo Anaya, dirigente nacional de ese partido y eso anuncia un rompimiento entre el PAN y el PRD, los partidos más importantes que conforman el Frente Cívico por México, del que también forma parte Movimiento Ciudadano, MC.

 

Ya en su edición del lunes, el diario español El País anunciaba esa posible ruptura.

 

El Partido Acción Nacional, con casi 80 años de antigüedad, no iba a permitir que la candidatura se diera al PRD (Miguel Ángel Mancera) pues los panistas, que son de derecha no apoyarían a un candidato proveniente de la izquierda; como tampoco los perredistas, miembros del PRD, no aceptarían fácilmente que los abanderara un derechista como el señor Anaya.

 

De hecho muchos perredistas se han cambiado al partido Morena, que para ellos representa a la verdadera izquierda. El PRD ha visto aminoradas sus filas de militantes desde el surgimiento del partido de Andrés Manuel López Obrador y sigue el éxodo.

 

Bueno, hasta militantes del PRI se han pasado a Morena. El caso más sonado ha sido en Puebla el de Alejandro Armenta, que le ha hecho un hoyo importante al priismo local.

 

Acaba de anunciar su salida del PRI y su paso a Morena, la ex diputada Nancy de la Sierra, esposa del presidente municipal de Cholula, que está o estaba afiliado a Movimiento Ciudadano. Pero eso no ha tenido el impacto de Armenta, porque éste tiene muchos seguidores, bien estructurados y organizados y la señora de la Sierra no. Ella para los priistas sólo representa un voto, el de ella y tal vez el de su esposo.

 

Ayer le informamos del lanzamiento del ex rector de la Udlap, Enrique Cárdenas, como candidato independiente a la gubernatura pues no fue aceptado como abanderado de Morena, partido por el que quiso lanzarse en un principio.

 

Lo apoyan académicos y empresarios, incluso algunos académicos  de la BUAP.

 

Su destino es perder ya que ni los empresarios, ni los académicos saben mucho de la política que ahora se estila en México.

 

El doctor Cárdenas no ha sido nunca político. Es un hombre destacado en la labor académica universitaria, un brillante maestro universitario, sin ninguna experiencia política. No es conocido en el estado y nunca antes ha desempeñado un puesto público, ni siquiera había aspirado a uno.

 

Ha trabajado en la Universidad de las Américas, donde fue rector y en la Fundación Espinosa Iglesias.

 

Las elecciones que vienen están consideradas como las más difíciles y conflictivas de la historia reciente en México. La ya famosa ‘guerra sucia’ iniciada en la campaña del 2000 por los amigos de Fox, será implacable y sólo los buenos políticos que conocen ese estilo de hacer política podrán aguantarlo. Implica rumores, insultos, habladurías de todo tipo, publicadas en redes sociales o en medios de comunicación que se presten a ello.

 

La lucha por el poder y más que por el poder, por el botín que representa, será sumamente dura.

 

Los seguidores de López Obrador son muchos, nos dice un ferviente lopezobradorista, pero “desgraciadamente están desorganizados y están llegando de todas partes, de partidos de izquierda, de derecha, en fin, lo cual constituye un gran problema, pues no hay unidad ideológica ni nada que se le parezca”.

 

-Pero ahora ningún partido parece tener ideología, ni el PRI, ni el PAN, por hablar de los más antiguos y de los más diferentes ideológicamente hablando, le dijimos.

 

Eso es lo peor, el partido Morena, se está llenando de oportunistas que sin ideología, sin nada, llegan para ver qué sacan de provecho personal. Las candidaturas se las están peleando literalmente y eso está provocando ya, confrontaciones internas. No se qué vaya a pasar al final de cuentas, pero yo estoy desencantado y veo que nadie se preocupa por estructurar bien al partido, por organizarlo adecuadamente para una lucha electoral que no será fácil pues en nuestro país hay una despiadada lucha de intereses que nos tiene, como estamos, fritos.

 

Así están las cosas y por lo que se ve, no se avizora ningún cambio.

 

    Nos llegó un comunicado de un grupo de trabajadores del ayuntamiento de Puebla, en el que aclaran una nota que dimos hace unos días en esta columna. Dijimos que el dirigente del Sindicato Único de Empleados y Trabajadores del Ayuntamiento, licenciado Gonzalo Juárez Méndez, nos había hablado de la labor social que el sindicato que preside realiza, ayudando con despensas a comunidades y sectores de la población de bajos ingresos, con aportaciones en especie de los propios trabajadores y empleados municipales.

 

Le preguntamos si esas aportaciones eran voluntarias u obligatorias y nos afirmó que eran totalmente voluntarias.

 

Resulta que los trabajadores, en su comunicado, nos dicen que eso es falso, que se les obliga a hacer las aportaciones, pues su líder pretende ser diputado local, por algún distrito de Puebla y ya está tratando que se le conozca como una persona humana y caritativa. Ese es su objetivo, señalan, pero nosotros somos obligados a cooperar para ello.