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Miércoles, 08 Noviembre 2017 08:39

De independiente Lalo no gana, pero puede hacer que MEA pierda

De independiente Lalo no gana, pero puede hacer que MEA pierda Escrito Por :   Arturo Rueda

La encuesta de Mas Data demostró que el morenovallismo no tiene ganada la gubernatura y no puede escatimar ni aliados ni esfuerzos. Pragmático en su naturaleza política, es probable que Moreno Valle ordenara el cese de la ofensiva jurídica, así como el inicio de los acercamientos de buena voluntad


Lo dicen los abogados, pero también podrían decirlo los especialistas en opinión pública: la encuesta es dura, sin embargo es la encuesta. Esta aseveración podría traducirse como que en democracia, la única verdad es la de los números, sin espacio para las pasiones de las filias o las fobias. Así le pasó al morenovallismo y a Eduardo Rivera, a quienes el sondeo de Mas Data, publicado hace un par de semanas, les cambió la vida.

 

Una encuesta terminó con dos años de pleito, o está cerca de terminarlo. La evidencia estadística del daño que podría provocarle Rivera a la candidatura de Martha Erika Alonso, en caso de que el exalcalde se fuera por el camino de los independientes para pelear Casa Puebla, provocó un acercamiento que los morenovallistas no deseaban, pero ahora necesitan.

 

La política es la ciencia de la contingencia, de la coyuntura. Después del triunfo de Gali en 2016, de forma preventiva, el morenovallismo se dedicó a preparar el terreno para evitar que Rivera Pérez compitiera por la gubernatura en 2018.

 

Ese ataque preventivo utilizó la cuenta pública del 2013 y una poderosa campaña mediática para desprestigiarlo. Hasta hace un mes, cuando Margarita Zavala todavía no abandonaba el PAN, la estrategia ordenada por el Jefe Máximo era la misma: ¡Con todo contra Lalo!

 

En la polémica entrevista con CENTRAL, a mediados de agosto, Martha Erika Alonso no hizo sino repetir el pensamiento único del grupo sobre el exalcalde: “nosotros no podíamos caer en un chantaje de decir sí, no te preocupes, yo veo cómo le hago, cuando es un tema legal en el que el partido no tiene absolutamente nada que ver. Lamento mucho que el señor esté pasando por una situación así. Si se dice inocente que lo demuestre, no es ni cacería de brujas ni un problema con nadie”.

 

Hace cuatro días, la candidata perfilada a la gubernatura tuvo que comerse sus palabras y abrirle la puerta al todavía odiado Lalo, pero necesario: “Si él de alguna manera está interesado en participar por Acción Nacional, nosotros estamos apelando a que el método de selección de candidatos a presidencias municipales y otros cargos puedan ser por elección de militantes, y en esa circunstancia cualquier militante que tenga sus derechos a salvo puede participar”.

 

¿Qué ocurrió entre una y otra declaración?

 

Pues que al morenovallismo se le atravesó una encuesta, la de Mas Data, publicada por CAMBIO hace un par de semanas en la que se observa un triple empate técnico en la lucha por la gubernatura entre Luis Miguel Barbosa, Enrique Doger y Martha Erika Alonso. Triple empate técnico detonado por la presencia de Eduardo Rivera Pérez como candidato independiente, quien recibe 10 por ciento de la intención de voto y le arrebata una buena tajada al PAN.

 

Esto es: la presencia del exalcalde en la contienda no le alcanza para ganar ni mucho menos, pero sin duda compromete el triunfo de Martha Erika, pues la hace alcanzable para el PRI y Morena, destruyendo una ventaja que hasta hace un mes parecía irremontable a favor de la reelección morenovallista.

 

La encuesta de Mas Data demostró que el morenovallismo no tiene ganada la gubernatura y no puede escatimar ni aliados ni esfuerzos. Pragmático en su naturaleza política, es probable que Moreno Valle ordenara el cese de la ofensiva jurídica, así como el inicio de los acercamientos de buena voluntad.

 

La primera muestra de amor sería el desistimiento de la ASE para impugnar unos de los juicios de amparo, lo que beneficia el panorama jurídico del exalcalde, quien habría pedido como condición cesar la cacería en su contra. Por supuesto, nadie puede afirmar que se haya firmado un pacto, pero el acercamiento es indudable.

 

El morenovallismo no esperaba un escenario de debilidad que los haga entrar a la contienda empatados con Morena y el PRI pues, por lo menos, Martha Erika Alonso tendría que partir con una ventaja inicial de 10 puntos como lo hizo Gali para poder sostenerla en dos meses de fragorosa batalla. Llegó el momento en que el exgobernador no puede despreciar ninguna suma de fuerzas.

 

 

 

 

 

 

 

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