Sábado, 20 de Abril del 2024

Si Dios me dejó fue por algo, dice sacristán de Atzala

Si Dios me dejó fue por algo, dice sacristán de Atzala
Jueves, 21 Septiembre 2017 16:53
Luisa Tirzo / Atzala

Lorenzo Sánchez fue testigo de 12 muertes en la iglesia de esta comunidad. Aunque se niega a narrar lo vivido el pasado 19 de septiembre durante el sismo de 7.1 grados, de a ratos se le sale contar que él ayudó a rescatar los cuerpos y que desde entonces no ha podido dormir bien



‘Si Dios me dejó fue por algo’  dice Lorenzo Sánchez quien antes del sismo de 7.1 grados del 19 de septiembre era sacristán del templo de Santiago Apóstol en el municipio de Atzala. Él fue testigo de 12 muertes en este templo.


“No queremos crear el morbo. Yo quiero que vean (señalando el templo), ahí está reflejado lo que sucedió, lo viable es que a nosotros nos dejen tratar de asimilar lo que estamos viviendo para que podamos seguir adelante”, dice mientras observa los restos de la parroquia.


Aunque se niega a narrar lo vivido, de a ratos se le sale contar que él ayudó a rescatar los cuerpos y que desde entonces no ha podido dormir bien.


Cree que le llevará tiempo asimilar lo que pasó. ‘Aún no despierto del shock’, indica.


Y es que el sacristán y el padre que oficiaba la misa de Elideth ese martes, fueron los únicos que salieron ilesos cuando se colapsó el techo de la iglesia.


Prefiere entretenerse para no asimilar las consecuencias


Aguerrido de más de sesenta años, viste una sudadera blanca y realiza labores de limpieza de escombros en el santuario. Lorenzo Sánchez interrumpe un rato su labor para pedir que no lo cuestionen más pues no quiere recordar lo que ocurrió.


El humilde hombre de bigote y cabellera grisácea no habla del párroco, y tampoco de su participación en el rescate de dos personas. Señala que seguirá al ‘pie del cañón’ ayudando en lo que pueda pues la iglesia es parte de su vida. 


Aprovecha la plática para pedir prudencia y organización a los altruistas, ya que considera que los cientos de vehículos que quieren ingresar a repartir de mano en mano los víveres, dificultan las labores y ponen en peligro a la población debido a que no habría para dónde correr en caso de un derrumbe.


“Y si una ambulancia tuviera que ingresar o salir de emergencia ¿cómo le van a hacer?”, cuestiona.


El pasado 19 de septiembre minutos después de las 13:00 horas, el padre Néstor celebraba la misa de bautismo de una niña de dos meses cuando después de las lecturas de la Primera Carta del Apóstol San Pablo a Timoteo, y el evangelio según San Lucas, comenzó a sentirse el movimiento telúrico.


El techo se desplomó y cayó sobre catorce personas provocando la muerte de 12 e hiriendo de gravedad a una joven de 21 años y a Ismael Escamilla, papá de la menor que sería bautizada.


A decir de los testigos, los sacristanes (entre ellos Lorenzo Sánchez) rescataron a los dos lesionados. Mientras el sacerdote huía hasta San Pedro Cholula donde supuestamente se mantiene a resguardo, en lugar de apoyar a su población. 


Este jueves con apoyo de maquinaria comenzó la demolición del templo de Santiago Apóstol y de otras viviendas que están a punto de colapsar y representan un riesgo para los lugareños. En el lugar hay presencia de la Policía Militar, elementos de la Sedena, Ángeles Verdes y decenas de rescatistas que portan playeras azules con blanco.


Las víctimas mortales son integrantes de tres familias, se trata de; Susana Villanueva, Florencia Flores, Fidelia N, Carmela Meresis, Félix Meresis, Azucena Villanueva, Samuel Villanueva, Mary N, María del Rosario Escamilla, Arizbeth Escamilla, y dos miembros más de la familia Flores.