Sábado, 20 de Abril del 2024

Don Graciano perdió a su esposa, hijas y nietos en la iglesia de Atzala

Don Graciano perdió a su esposa, hijas y nietos en la iglesia de Atzala
Domingo, 22 Octubre 2017 11:06
Luisa Tirzo / Atzala

El temor de ser víctima de un robo en su vivienda evitó que Graciano Villanueva fuera a la misa del bautismo de Edileth aquel martes 19 de septiembre, cuando con el sismo de 7.1 grados se vino abajo la techumbre de la iglesia de Santiago Apóstol en donde perdió a su esposa, dos hijas, dos yernos y dos nietos.



El temor de que entraran a robar a su casa evitó que Graciano Villanueva fuera a la misa del bautismo de Edileth aquél martes 19 de septiembre en donde perdieron la vida 12 personas entre los escombros de la iglesia de Santiago Apóstol en Atzala. Ahora vive solo, luego de que sus dos hijas, esposa, dos yernos y dos nietos perdieran la vida durante el sismo de 7.1 grados.


“Lo que me duele son mis nietos, lo que más siento es su ausencia. Estaban bien hallados conmigo, tengo unas parcelitas de caña y los lunes me iba a hacer unas entregas a Izúcar y me hacían sus encargos. Samuelito me pedía su fruta y yo se la traía, siempre que llegaba a casa corrían a recibirme”, relata al tiempo que se le entrecorta la voz.


Aunque le sobreviven dos hijos, uno es su vecino y la otra radica en Chalco Estado de México, don Graciano vive solo. Su nuera y su hijo Martín lo llaman a comer y de vez en cuando su hija Juana lo visita en domingo. 


‘Corrí a buscar a mi esposa’


“Siempre que nos invitan me quedo en la casa no vaya a ser que entra un ratero a robar. Ese día nos invitó mi yerno, me quedé solo mientras ellos se fueron a misa, empezó a temblar y yo abracé a la virgen de Guadalupe para que no se cayera. Cuando salí, vi que ya no se veía la torre de la iglesia y corrí a buscar a mi esposa y mis hijas”, relata.


Don Graciano Villanueva se levanta de su cama y muestra las fotos de sus hijas, su esposa y sus nietos, las cuales colocó en el altar de sus santos. Comenta que junto con su hijo Martín y la gente del pueblo, rescataron los cuerpos de sus familiares.


“Todo el pueblo le hicimos la lucha para rescatarlos, pero ya no se pudo, sacamos sus cuerpos y los tendimos ahí sobre el piso frente a la casa (en la privada Josefa Ortiz de Domínguez) porque adentro no iban a caber todos. Eran once cuerpos que se velaron en esta calle”, recuerda. 


‘Sólo Dios sabe, por qué pasan las cosas’


Don Graciano comenta que lo más difícil es no ver a sus nietos, asegura que no ha sido fácil retomar sus actividades después del terremoto que le arrebató a su familia, pero trata de resignarse porque ‘Sólo Dios sabe, por qué pasan las cosas’.


Después del ritual del levantamiento de las sombras de los difuntos que se hizo a los nueve días de su fallecimiento, el septuagenario comenta que si Dios le presta vida, será hasta el próximo año cuando se lleve a cabo en la iglesia la conmemoración del primer aniversario luctuoso de Carmela Meresis, Susana Villanueva, Feliciana Villanueva, Florencio Flores, Samuel Flores, Samuel Flores Villanueva y Azucena Flores Villanueva.


El pasado 19 de septiembre se celebró una misa religiosa en el templo de Santiago Apóstol con motivo del bautizo de Edileth Torres de León de 3 meses de edad. Minutos después de iniciada la ceremonia religiosa, la tierra se comenzó a mover y se vino abajo la techumbre de la iglesia.


En el lugar perdieron la vida 12 personas, 11 originarias de este municipio y un regidor del municipio de Chietla. Del incidente, sólo resultaron con vida los dos sacristanes, el sacerdote Néstor Cuautle, así como Ismael Torres y María de Jesús Flores Vázquez, estos dos últimos con serios daños en el cuerpo que impiden que por ahora puedan caminar.