Tras la muerte del presidente Antolín Vital en enero de 2017, la situación ha empeorado en el municipio, señalan habitantes que se manifestaron para exigir agua potable, seguridad y obra pública.
Los inconformes con la administración de la alcaldesa Lorena Margarita Candelario Peña, que asumió al cargo el día primero de febrero de 2017, señalan que es urgente que les atienda el tema del agua ya que tienen varias semanas sin que tengan el vital líquido.
“Lo que sucede es que sabemos que hay un adeudo en la CFE porque la presidenta no ha realizado los pagos y como no llega a la presidencia municipal por eso todo se acumula” dijo uno de los afectados que pidió el anonimato.
Por varias horas la presidencia permaneció cerrada y nadie salió a atenderlos por lo que se retiraron del lugar los afectados.