Tras el asesinato de una familia de turistas en uno de los atractivos de Cuetzalan, la Fiscalía General de Justicia (FGJ) envío a más de 20 policías ministeriales para investigar el crimen y reforzar la seguridad en el poblado.

Las víctimas fueron identificadas como Juvenal Gómez Arizmendi de 52 años, María Pérez de 58 y su hijo Iván Gómez Pérez de 25 años de edad, originarios de Ixtapan de la Sal en el Estado de México; sus cuerpos fueron hallados en La Cueva del Diablo, torturados, maniatados y con el tiro de gracia.

Tras los hechos, este atractivo situado en la junta auxiliar de San Andrés Tzicuilan está cerrado, mientras que la habitación del hotel Yohualichan donde se hospedaban los occisos, está resguardada por agentes ministeriales para seguir con las investigaciones.

Los turistas habían viajado a Cuetzalan para pasar unos días en el pueblo mágico, con motivo de las vacaciones, contratando a Nahúm de 19 años de edad como su guía, para que les diera un recorrido por el pueblo.

Nahúm los llevó hasta La Cueva del Diablo, donde una banda de ladrones les salió al paso para amargarlos, mientras a él lo ataban a un árbol. Los sujetos se llevaron a la familia por la fuerza y a punta de pistola. Metros más adelante los torturaron y les dieron un disparo en la cabeza.

El guía permaneció detenido unos días, pero después de investigarlo e interrogarlo fue liberado, mientras que se destinó a una veintena de elementos para que se aboquen en el caso.

Aunque aún no hay detenidos ni avances significativos en las investigaciones para dar con el asesino de la familia de turistas integrada por tres personas -padre, madre e hijo- originarios del Estado de México, la línea de investigación principal es aun el robo.