El alcalde de Palmar de Bravo, Pablo Morales Ugalde, además de encontrarse en el denominado “Triángulo Rojo” es uno de los empresarios gasolineros más importantes de la región, ya que junto con sus hermanos poseen una red de estaciones de servicio, de las cuales, dos fueron abiertas en el sexenio de Rafael Moreno Valle (2011-2016).
El municipio es considerado como el epicentro del robo de hidrocarburo. Incluso en La Encrucijada, una ranchería con apenas 600 pobladores donde se desarrolló el mega-operativo policial para detener a 87 huachicoleros, se localizaron al menos 10 viviendas edificadas sobre tomas clandestinas, de donde se obtenía el combustible con tan solo abrir una llave.
Coincidentemente, el militante del PSI es uno de los empresarios gasolineros más prominentes de la región, debido a que junto con sus hermanos Rey y Job Morales Ugalde poseen cuando menos cuatro gasolineras en Acatzingo, Palmar de Bravo, Tepeaca y Tecamachalco; municipios en diputa por huachicoleros por representar un negocio millonario con las tomas clandestinas a los ductos de Pemex.
Las últimas gasolineras adquiridas por la familia Morales Ugalde fueron otorgadas por medio de la empresa Distribuidores de Combustible de Palmar de Bravo SA de CV, propiedad de la familia Morales Ugalde.
En declaraciones anteriores, Pablo Morales Ugalde ha reconocido que los huachicoleros que operan en su zona, ‘ayudan’ económicamente a los consumidores de hidrocarburo, a pesar que la disputa que existe entre estos ladrones ha desatado balaceras y tomas clandestinas.
Pablo Morales llegó al gobierno de Palmar de Bravo, de la mano del Partido Social de Integración, para suceder en el poder a su medio hermano Eduardo Morales Genis, quien fungió como presidente en el periodo 2011-2014 por la coalición PRI-Verde.
El munícipe perteneció años atrás a las filas del Revolucionario Institucional y que tras no ser tomado en cuenta para la alcaldía, abandonó el partido para afiliarse al Pacto Social de Integración (PSI).