El incendio provocado por una toma clandestina situada en Progreso de Juárez, sigue ardiendo sin control desde hace más de 20 horas. Las condiciones de viento dificultaron las labores para sofocar el fuego y sellar la fuga, situación que ha provocado una densa columna de humo y un olor a gasolina que se esparce por toda la zona.

Hace unos días, se registró otra explosión en esta localidad, la cual ocurrió simultáneamente a otra en Tepeaca.

El fuego en Progreso de Juárez se originó cuando ladrones de combustible intentaron perforar el ducto Minatitlán-México, pero el paso del hidrocarburo y el mal uso de herramienta, provocó un chispazo que detonó la explosión.

La toma clandestina se ubicó en un terreno baldío ubicado en la localidad Progreso de Juárez, rodeada de decenas de viviendas y durante más de 20 horas ha estado consumiéndose con llamas que alcanzaron más de 30 metros de altura. La columna de humo negro era visible desde cualquier punto de la autopista Puebla-Orizaba.

Según los cuerpos de emergencia que operan en la zona, las maniobras para sofocar el incendio se complicaron ayer, pues durante el día se registraron fuertes corrientes de aire y el remanente de las válvulas aún no terminaba de consumirse, lo que impidió que se sofocara en las primeras horas.

Ante esta situación, tres familias que habitaban cerca del lugar del incendio, abandonaron sus viviendas, mientras que personal del Ejército Mexicano, de Seguridad Física de Petróleos Mexicanos (Pemex), bomberos de los municipios de Tecamachalco, Acatzingo, Tepeaca y Puebla permanecen en el lugar al igual que elementos de Protección Civil.

Cabe señalar que las únicas maniobras hechas durante el día fueron para el retiro de por lo menos dos camionetas que quedaron totalmente calcinadas luego que se registrara la explosión en el ducto.

Asimismo esta explosión se suma a la registrada el pasado 8 de marzo, la cual duró 24 horas en esta misma localidad.