La bala con la que intentaban matar o por lo menos herir a un policía municipal que enfrentó a un grupo de delincuentes que asaltaban una unidad del transporte público en Nezahualcóyotl, quedó incrustada en el celular que el agente guardaba entre sus ropas.
La mañana de ayer, el elemento, quien vestía de civil, viajaba a bordo de una combi de la ruta 48 sobre avenida Periférico Río de los Remedios, con dirección al metro Ciudad Azteca, en los límites con Ecatepec.
Durante el trayecto, a unos metros de llegar al cruce con Avenida Central, un joven hizo la parada. Cuando la unidad se detuvo aparecieron tres sujetos más.
Con armas amagaron a los pasajeros. Les exigieron sus pertenencias al tiempo que les arrebataron sus objetos de valor. El agente aprovechó un descuido de uno de los sujetos armados para quitarle el arma, con la que enfrentó a los sujetos y así frustró el atraco.
Desconcertados por la acción, los cómplices se alejaron unos pasos del transporte, al tiempo que otro de ellos sacó otra pistola para dispararle al agente.
La bala fue directo a su pecho. El policía bajó de la combi y repelió la agresión, por lo que los cuatro delincuentes escaparon en diferentes direcciones.
El policía, Miguel Guadalupe Hernández nuevamente subió a la combi. Los pasajeros se acercaron para auxiliar al policía, pero al revisarlo se dieron cuenta que el balazo quedó incrustado en el celular que cargaba a la altura del pecho.
El conductor lo trasladó a la Cruz Roja zona norte, donde los médicos descartaron que presentara alguna lesión.