La venta de huachicol traspasó fronteras, según un reportaje especial de The New York Times, en el que se expuso que el combustible robado en Puebla ya es vendido en Estados Unidos y Centroamérica.
Bajo la firma de Kirk Semple, el rotativo estadounidense de alcance internacional, destaca la velocidad con la que huachicoleros extraen la gasolina de los ductos de Pemex para comercializarla en territorio nacional pero también fuera del país, según confirmaron a dicho reportero “especialistas y funcionarios”.
“Ahora los ladrones extraen la gasolina y el diésel a velocidades récord —a menudo perforan las tuberías— para venderlos en el mercado negro de México e incluso en Estados Unidos y Centroamérica”, refiere Semple.
En su reportaje también se resalta la ineficiencia del gobierno para combatir el problema, al señalarlo como “incapaz de detener estos robos”.
Huachicol pone en riesgo la inversión extranjera
El reportaje habla, en la mayor parte del texto, de las afectaciones por la venta ilegal de gasolina para México, marcando a regiones de Puebla como las principales fabricantes de este sistema de ordeña.
Las pérdidas para el país, que la publicación estima en más de mil millones de dólares anuales, no son la única consecuencia ya que se enumeran la violencia y el riesgo de ahuyentar la inversión extranjera en la industria energética.
“La práctica delictiva de la ordeña ha empeorado (…) y pone en peligro los esfuerzos de México por atraer inversión extranjera hacia su industria energética, la cual se encuentra en un periodo de transición tras las reformas que pusieron fin al monopolio estatal que duró más de siete décadas”, se lee en el reportaje.
Para evitar una fuga de inversiones, se hace el señalamiento; que deben fortalecerse las leyes y combatir el robo de hidrocarburo para que el sector privado se sienta seguro de traer dinero al país.