Sin revelar cifras, la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado y Empresas Conexas (Amexgas) aseguró que desde el 2012 a la fecha las ‘ordeñas’ de gas LP en Puebla se han incrementado hasta en un mil por ciento.

Así lo afirmó Octavio Pérez Salazar, presidente de la Asociación, quien mencionó que los estados más afectados son los de Veracruz, Tlaxcala y Puebla, por donde atraviesa el LPG ducto con pérdidas mensuales por más de 40 millones de pesos.

De igual manera, Pérez Salazar destacó que las bandas de delincuentes ya poseen el 15 por ciento del mercado nacional, mismo que apenas hace dos meses era del cinco por ciento, siendo un claro ejemplo el supuesto taller en la junta auxiliar de Santa María Xonacatepec, en donde murieron dos sujetos después de que fueran incendiados e intoxicados por una ‘marrana’ hechiza.

Incrementa mil por ciento el número de ordeñas de gas LP en Puebla

Durante los últimos años ha crecido exponencialmente el robo de gasolina en la entidad poblana, el cual ha sido acreditado a las diferentes bandas del crimen organizado que se disputan la plaza por el lucrativo negocio, quienes ahora se dedican al robo de gas licuado de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex).

Durante una rueda de prensa, Octavio Pérez Salazar, presidente de Amexgas, señaló que este incidente ha aumentado de forma alarmante en el último año, específicamente en tres estados: Tlaxcala, Veracruz y Puebla.

“Tan solo en el caso de Puebla, el robo de gas licuado de petróleo se incrementó en más de un mil por ciento de 2012 a la fecha”, dijo el titular de los agremiados, asegurando que la impunidad y la actuación deficiente de las autoridades ha incentivado este incremento, pues los grupos delictivos se manejan de forma ‘libre’ y sin consecuencias.

Además, destacó que entre estos tres estados los grupos delictivos han provocado una pérdida económica de 40 millones de pesos cada mes, es decir un promedio de nueve mil 259 pesos cada hora en lo que va del 2018 hasta el día de hoy.

Octavio Pérez Salazar señaló que el principal problema, independientemente de la pérdida económica, es el riesgo en el que se coloca a los usuarios, pues tanto el traslado como la extracción del gas que se realiza en talleres clandestinos son llevados a cabo sin controles de seguridad.

Esta situación fue evidenciada el pasado 24 de mayo en la junta auxiliar de Santa María Xonacatepec, donde dos personas perdieron la vida y una más resultó intoxicada, luego de que una de las pipas que cargan gas se volteara al interior de un predio.