Opiniones de empresarios conocidos empezaron a viralizarse en imágenes en donde hablaban mal de algún candidato presidencial.

Las imágenes resultaron falsas, pero el debate en torno a los empresarios se ha incrementado.

Hay quienes señalan que ellos no deben intervenir en la vida política del país y hay quienes opinan que, como ciudadanos, tienen derecho a hacerlo.

En los últimos días hemos podido ver opiniones de empresarios sobre el proceso electoral.

José Ramón Elizondo, presidente del Grupo Vasconia, afirma en un video que el enojo de los ciudadanos “puede nublar nuestro juicio y puede llevarnos a tomar un camino populista que resulta muy atractivo para mucha gente, pero que ha probado ser equivocado y afectar gravemente a la población, sobre todo a la más desprotegida”.

Germán Larrea, del Grupo México, envió una carta a empleados, colaboradores y accionistas.

Ahí, refiere “recientemente hemos escuchado con preocupación propuestas de estatización de empresas, la derogación de las reformas energética y educativa, entre otras ideas que significarían un retroceso de décadas y el regreso a un modelo económico que está más que probado que no ha funcionado en varios países. Venezuela, Argentina, Cuba, Unión Soviética, entre otros, son testigos de ello”.

El presidente del Grupo Salinas, Ricardo Salinas Pliego, expuso que en México está en riesgo la libertad económica y exigió que los candidatos a la Presidencia de la República expliquen cómo garantizarán un ambiente de libertades en el país.

En el marco del evento #Recupera tu futuro, impulsado por dicho grupo, el empresario acentuó que el país ha caído en una partidocracia controlada por un grupo selecto de 30 o 50 personas “y todos los demás quedamos excluidos”.

Todas las opiniones son bienvenidas en el proceso electoral, y los empresarios, al expresar las suyas, deben hacerlo respetando siempre el marco legal, porque no pueden de ninguna manera coaccionar a sus empleados para que apoyen a algún candidato en particular.

La democracia en México, como lo hemos dicho en otras ocasiones, necesita de demócratas que vean con naturalidad las opiniones de ciudadanos, empresarios, dirigentes, organizaciones de la sociedad civil.

Sólo así, respetando las voces distintas, es que construiremos un mejor país.