Esta y no otra es la historia del fallido policía poblano Jesús Morales Rodríguez, ‘Chuchito’, quien no ocupa el cargo por sus méritos, visión, ni capacidad operativa. En realidad está ahí por los servicios que su padre ha prestado al morenovallismo desde el año 2010.
Como secretario de Seguridad Pública ‘Chuchito’ Morales encabeza una gestión desastrosa, caótica, completamente inoperante.
Sólo basta preguntar a los cafeticultores de Xicotepec; a los tianguistas de San Martín Texmelucan; a los maquileros de Tehuacán; a los comerciantes de verduras de San Salvador Huixcolotla, ¿Cuál es su opinión sobre el trabajo del titular de seguridad? ¿Han visto algún operativo en sus zonas? ¿Han sostenido algún acercamiento con el funcionario?
Morales es un policía de escritorio, absolutamente inoperante. No cuida ni los mal llamados Arcos de Seguridad, que ni son arcos, ni proporcionan seguridad alguna. Los uniformados que hacen guardias en esas instalaciones deben cobrar por las ‘horas-glúteo’ que permanecen en sus sillas viendo pasar a los vehículos ligeros y pesados.
En esta Cúpula lo hemos dicho con toda claridad. Los operativos quirúrgicos para abatir a la delincuencia organizada los planean y ejecutan corporaciones federales.
El 31 de octubre de 2017 textualmente apuntamos: “De manera obligada debe recordarse que los fuertes operativos, aquellos que han descarrilado o acorralado a algunas células delictivas, han sido ejecutados por la Marina Armada de México. Comenzando por aquella redada en Encrucijada, posteriormente con la liquidación en Chipilo de un capo del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), hasta el reciente despliegue lanzado para cazar al Z-55 alias “el cacarizo”, uno de los líderes del saqueo de trenes”.
Si los verdaderos golpes los orquesta la Marina, entonces ¿Qué hace ‘Chuchito’ Morales? Para esta columna queda claro que si no opera al servicio de la sociedad poblana su función es, ni más ni menos, que sospechosa.
Ayer se reveló que Puebla arrancó 2018 con un mes de enero altamente violento; mucho mayor que los índices ofrecidos en 2017.
Las redes de huachicoleros no han desaparecido. Sólo dejaron de concentrarse en el llamado Triángulo Rojo para extenderse a otras regiones de la entidad. En horas recientes destacó una nota de DIARIO CAMBIO sobre un grupo de medio centenar de huachicoleros armados que operan en la zona de Chignahuapan; una ejecución con fusiles de alto poder en Huejotzingo y los imparables asaltos a maquiladoras en Tehuacán.
Esta es la fotografía de la gestión de ‘Chuchito’ Morales.
Mientras el gobernador Tony Gali hace esfuerzos titánicos para tender puentes con las secretarías de la Defensa Nacional y Marina, en Puebla hay un funcionario que no está correspondiendo a ese esfuerzo. Un policía de escritorio que de ninguna manera debe ser sostenido en el cargo, porque su inoperatividad es por demás sospechosa.
Puebla sigue padeciendo las secuelas de lo que hemos llamado el ‘Efecto Facundo’; la gestión criminal de un policía corrupto que trajo a la entidad la manera de operar de su jefe, el genocida Genaro García Luna.
En el momento debido en esta Cúpula lo repetimos una y otra vez: Rosas traerá una era de violencia a las regiones poblanas. El tiempo nos dio la razón.
Hoy estamos ante la inerte indolencia de un pequeño Facundo. Por supuesto, no puede compararse la estatura de ‘Chuchito’ con la del ex secretario de seguridad. La dimensión de ambos los separa.
Pero en el fondo son exactamente lo mismo: policías que no sirven a la sociedad poblana. Y si no están actuando en beneficio de los ciudadanos de bien, ¿entonces de qué lado están?
Aquí queda esta pregunta, que el tiempo se encargará de responder en breve plazo.
Como siempre quedo a sus órdenes en Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., sin mx.