Las acusaciones de burdas imposiciones van desde Xicotepec de Juárez hasta Ajalpan. En todos los partidos surgen acusaciones, descalificaciones, amenazas de fracturas. Este escenario nos habla de la falta de oficio, de la ausencia de sensibilidad política de dirigentes que están sacando a los candidatos al cuarto para la una; abanderados que salen de la manga frente a la irritación y furia de las auténticas militancias.

En Cúpula hemos sostenido que Enrique Doger Guerrero es el mejor candidato que pudo lanzar el PRI, pero que simplemente está en el peor momento de ese instituto. Ese era nuestro análisis hace tres semanas, pero ahora es mucho peor.

El PRI se ha convertido en un juego de ocurrencias y disparates protagonizados por Jorge Estefan Chidiac y Juan Carlos Lastiri, quienes por toda la entidad van colocando a sus compromisos y cómplices. Con este juego atropellado de imposiciones al azar están llevando al barranco lo que quedaba del revolucionario.

Simplemente no hay manera en que Doger pueda salir bien librado del juego de absurdos despropósitos de la dupla Estefan – Lastiri. El galeno no debería de permitir ese manejo imprudente porque al único que están llevando al desastre es a él. La noche del domingo primero de julio todo el cúmulo de incoherencias políticas tendrá severas consecuencias.

Y en el PAN morenovallista también hace aire. Por todo el estado la auténtica militancia panista acusa la imposición de priistas disfrazados, falsos activistas y ocurrencias de última hora. En varias cabeceras distritales se esperan fuertes desbandadas, porque se está atropellando y marginando a las auténticas bases del albiazul.

Debe destacarse que el aparato morenovallista también está jugando a desfondar, a menguar al propio panismo al colocar a candidatos de ‘Compromiso por Puebla’ y ‘Pacto Social de Integración PSI’. Esos abanderados habrán de hacer una auténtica pepena de votos que beneficiarán a Martha Erika Alonso, pero que jamás llegarán a Ricardo Anaya. Eso se llama desfondar, quebrantar al panismo desde el mismo instituto.

Todo este circo de desatinos que se observan en el PRI y PAN pudieron ser capitalizados por Morena de Miguel Barbosa y Gabriel Biestro. Hace unas semanas López Obrador hizo un público llamado para que priistas y panistas se sumaran a su proyecto. Esto mismo pudieron hacer Barbosa y Biestro al llamar a los miles de panistas resentidos con ‘los amos’ del albiazul o con los miles de priistas lastimados por los burdos juegos de la dupla Estefan – Lastiri.  

Pero no; nada de eso ocurrirá porque en esa coalición ‘Juntos haremos Historia’ también están tomando decisiones de manera atropellada y con escasa, mínima sensibilidad.

Si esta fuera una elección puramente local, las decisiones que toman los tres principales partidos provocarían un enorme abstencionismo. Pero se trata de una elección presidencial y esto la convierte en un proceso atípico, fuera de los patrones y cánones de otras contiendas.

Los errores desmesurados en que están incurriendo los partidos políticos quedarán rebasados por la efervescencia y el efecto de la sucesión presidencial en que se inscriben.

Sí, las equivocaciones son titánicas, pero en este momento el electorado está dispuesto a perdonar, con tal de no quedarse fuera de la jornada que decidirá el futuro de México.

Al tiempo.

Como siempre quedo a sus órdenes en Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., sin mx.