Es inocultable que la vocación de Miguel Barbosa Huerta no es proclive a la democracia interna. Por el contrario, tal parece que gusta de dar manotazos en la mesa y tirar las fichas que otros habían colocado. Es palpable que el candidato a gobernador está haciendo valer su jefatura política.
Las reacciones no se hicieron esperar. El domingo 25 algunos grupos de diferentes partes del estado se reunieron en el centro de la Angelópolis para reafirmar su adhesión al proyecto de López Obrador, pero al mismo tiempo anunciar un boicot a la candidatura del abanderado a la gubernatura.
Con la premisa: ‘AMLO sí, Barbosa no’ los inconformes adelantan lo que será un movimiento de ‘contracampaña’ que puede durar semanas o incluso meses.
El candidato de la coalición Juntos haremos Historia declaró que el PRI estaría detrás de ese movimiento, lo cual es poco probable. El tricolor de Jorge Estefan Chidiac y Lastiri Quirós sólo está ensimismado en colocar a sus incondicionales y en hacer algunas negociaciones bajo la mesa con el morenovallismo. Es verdaderamente penoso que el PRI de Meade haya sacrificado a un hombre de la talla de Enrique Doger en medio de los intereses mezquinos y ruines de la dupla Estefan- Lastiri.
Pero volvamos al tema del boicot contra Barbosa. Hace aproximadamente dos meses, Alejandro Armenta Mier comenzó a recorrer el estado visitando a las huestes marinistas. El candidato a Senador fue presidente del Comité Directivo Estatal del PRI en el sexenio del hombre de Nativitas Cuautempan. Pocos como él conocen a la base tricolor en la Sierra Negra o en la Mixteca.
Por esto, el priista rebelde, oriundo de Acatzingo, se fue por la libre y comenzó a atravesar la entidad. No llegó muy lejos, un día Barbosa le pidió una reunión de inmediato. Ahí le leyó la cartilla: ‘Alejandro te aviso que no vas a colocar a tus candidatos a presidentes municipales… abstente de hacer tus recorridos’. En ese momento Armenta se frenó en seco.
Una vez que le aplicaron la congeladora a Alejandro, otro protagonista comenzó a hacer política rumbo a las alcaldías.
Fernando Manzanilla Prieto, fiel a su genética morenovallista, comenzó a recorrer el estado, pero desde su iPhone. Vía Telegram y WhatsApp comenzó a sondear a probables candidatos y a ofrecerles subirse al barco lopezobradorista.
Cuando Barbosa fue informado del proselitismo telefónico de Manzanilla, se repitió la misma escena ocurrida con Armenta. En tono seco, áspero, tosco, el abanderado de Morena a la gubernatura le soltó a bocajarro: ‘Fernando, las candidaturas no las vas a poner tú, te pido que dejes de estar ofreciendo posiciones’.
Manzanilla no dejó de lamentarse luego de que no pudo colocar a su candidata a la presidencia municipal de Puebla. Y a partir de ese momento comenzó un secreto, un reservado resentimiento contra Miguel. Tan oculto como profundo.
Ante esto no deja de ser sospechoso que los grupos que se concentraron el pasado domingo 25 para protestar en contra de Barbosa son precisamente los que Manzanilla estaba proyectando para llegar a las alcaldías. Y es que solamente una persona tenía el directorio de todos esos grupúsculos que hoy están en pie de guerra.
Qué curioso, ¿No?
Como siempre quedo a sus órdenes en Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., sin mx.