La lista de frentes abiertos es larga:
-El pleito con el Instituto Electoral por un fideicomiso que sí cometió irregularidades. La respuesta de López Obrador a una sentencia que tenía mucho litigio por delante disminuyó la credibilidad del organismo autónomo, atemorizó al consejero presidente Lorenzo Córdova y llevó al Instituto a recular una decisión legal.
-El involucramiento parcial de López Obrador en la elección de Puebla para darle a Morena en conflicto poselectoral lo que no ganó en las urnas. Si se decide la anulación electoral, entonces el país regresará a los tiempos en los que los resultados electorales los decidía el presidente en turno.
-La ruptura del federalismo y la presión sobre gobernadores con delegados federales que no son funcionarios institucionales, sino precandidatos de Morena a gobernadores.
-La descentralización de secretarías de Estado sin recursos ni acuerdos con los trabajadores y el uso de la razón de Estado para imponer una decisión que tendrá efectos sociales adversos.
-La baja de salarios sin un estudio de su viabilidad y su efecto colateral en la baja de la calidad de trabajo, además de una pérdida de nivel de vida.
-El desorden en la estrategia de seguridad, el involucramiento del Vaticano en asuntos de seguridad nacional y la percepción de un problema moral sobre un asunto de soberanía del Estado ante el crimen organizado y de violencia delincuencial.
-Aumento de la militarización con la creación de otro cuerpo castrense: la Guardia Nacional.
-Toma de decisiones sobre gasto antes de saber de los ingresos disponibles para 2019 y de los gastos etiquetados. El secretario designado de Hacienda, Carlos Urzúa, desconoce la estructura del presupuesto de 2019 y sus primeras declaraciones dejaron entrever que no hay recursos presupuestales para la enorme lista de gastos anunciados.
-Regreso al presidencialismo económico tipo Luis Echeverría: fijar gasto desde la Presidencia y después acomodar ingresos inexistentes. Así se gestó la crisis de déficit presupuestal de 1973-1976.
-Participación directa del equipo del candidato ganador en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio sin tener facultades ni un proyecto integral de desarrollo.
-Relaciones personales con el presidente Donald Trump sin fijar la política migratoria mexicana y sin atender las quejas de migrantes mexicanos en los EE.UU que padecen una forma de ‘limpieza étnica’ con las deportaciones. López Obrador ha cedido más soberanía que cualquier presidente anterior.
-Desdén al Ejército al enviar a la Sedena al Estado Mayor Presidencial (EMP) sin atender a las características de cada cuerpo castrense; ambas organizaciones son diferentes. El traslado del EMP a la Sedena quebró el sensible equilibrio entre dos organizaciones militares.
-El inicio dentro del equipo de poder de López Obrador de la disputa por la candidatura presidencial del 2024.
-Y finalmente, el candidato ganador López Obrador -como presidente ‘de facto’- ha dejado a Peña Nieto como presidente emérito.
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Política para dummies: La política es el ‘ojo del huracán’ donde todo está tranquilo, pero al final lo que se impone en el huracán.
Si yo fuera Maquiavelo: “Y aún cuando los enemigos de afuera amenazasen, si el príncipe ha vivido como he aconsejado y no pierde la presencia de espíritu, resistirá todos los ataques”.
Sólo para sus ojos:
- Recuerde revisar todos los días el sitio www.seguridadydefensa.mx para enterarse de los juegos geopolíticos de poder.
- Adquiera vía mercado libre el libro ‘La crisis de México… más allá del 2018’, de Carlos Ramírez, para entender lo que viene después de las elecciones https://buff.ly/2KeacRi y en librerías Porrúa de todo el país.
- El PRI sigue sin rumbo, Peña Nieto no recibe a los grupos porque quiere mantener el control, Carlos Salinas mueve sus piezas y grupos de la militancia escalan acusaciones.
- Aumenta la violencia criminal y el gobierno entrante insiste en foro y amnistía y el saliente prefiere hacerse a un lado para heredar un país en llamas.
- Famosas últimas palabras: “(El nuevo líder del Partido Popular de España) Casado ha conseguido que la derecha ‘levante el culo’ sin complejos para ovacionarle”, analista Raúl del Pozo, en El Mundo.
@carlosramirezh
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