Y los poblanos exclamamos ¡no más violencia! Ni de parte de los inconformes que claman justicia, ni de parte de quienes están para hacer respetar el orden.

¡Qué necesidad de recurrir a actos de vandalismo! que acaban empeorando las cosas.

Con sus hechos el presidente electo de México ha dado la pauta de que es el momento de la reconciliación nacional.

¡Claro!, la reconciliación se da cuando se tiene todo claro y no queda una sola duda.

Mientras tanto, hoy los involucrados siguen los caminos legales para revisar el proceso y aclarar dudas, la vida sigue su curso y la cotidianidad nos retoma porque nada puede esperar en la vorágine de un mundo que no se detiene y todo se lo cobra.

En este contexto, ¡todos a trabajar!

Y ‘aguas’ con el cobro de facturas que “algunos” pretenden aplicar, víctimas de su ignorancia porque no entienden los conceptos que sus candidatos proclamaron de libertad, respeto a la diversidad ideológica y absoluto apego a la democracia.

Es hora de entender y respetar.

Así como también la contraparte debe pasar página para volver a comenzar  o este país no sale, no avanza y se vuelve a atascar.

Y eso no es lo que queremos después de todo el ‘tsunami’ político que prohijamos en forma tanto directa como indirecta.

El país no puede seguir en compás de espera, definimos un rumbo y a tomar el camino antes de quedar fuera de la batalla internacional que es fuerte, agresiva y hace de lado al que pierde el ritmo y el rumbo.

¿Qué sigue?

Hacer efectivo el compromiso de cada uno, convencidos de que éste es de ida y vuelta.