El estudio revela que a partir de los 18 años tendemos a hacer de la discriminación un ejercicio cotidiano, aunque a decir verdad, los niños simplemente repiten conductas y juicios que imitan de sus mayores, principalmente de sus progenitores.

 

En la ‘capital del barroco’ se dice que mantenemos la vieja práctica de ver por debajo del hombro y discriminar a las personas por temas como etnias, discapacidad, creencias religiosas, edad, sexo, por el tono de la piel y por la orientación sexual.

 

Esto confirma aquello de que “se sienten bordados a mano”; usted y yo debemos incluirnos para ser honestos y no omitir a nadie.

 

Hecho el diagnóstico, agredidos por nuestras propias flaquezas, debemos asumir nuestra insolencia para “curarla” y sanear nuestros ambientes. Cuando lo logremos, la convivencia y el ambiente comenzará a apuntar al fortalecimiento de una sociedad que logra romper los esquemas barrocos ya rotos en el contexto del asentamiento de una sociedad que a partir de su proceso de industrialización entró a la autopista de una capital cosmopolita con la llegada de gente de otras entidades y países, que aportan su esencia para fortalecer a la Puebla rica heredera de un gran bagaje cultural y ubicada en el siglo 21.

 

Se  impone  la cerveza artesanal

 

A propósito del recién celebrado Día Mundial de la Cerveza, en Puebla los jóvenes emprendedores se han propuesto aportar al mercado nuevas cervezas elaboradas de forma artesanal, capaces de mitigar los gustos más exigentes y conocedores de esta bebida.

 

Claras y oscuras, las hay con sabores y aromas de malta, frutales, cítricos, acarameladas, avellanas, frutos secos, café y chocolate.

 

La gama de cervezas es amplia y ha tenido mucho éxito, sobre todo entre la gente joven afecta a disfrutarla en sus convivios y salidas.

 

Al momento 11 marcas ganan espacios en el mercado, sobre todo en establecimientos donde los jóvenes acuden por tradición a compartir y convivir.

 

La cerveza artesanal poblana gana prestigio y comienza a trascender de las fronteras de Puebla.

 

En el mercado compiten las marcas San Pascual Balón, Don Goyo, Manifiesto, Xochipilli, Media Agua, Santa María, 5 de Mayo, Saga y Osadía.

 

Se estima que el año pasado rebasaron los 70 mil litros de producción y que afianzan su presencia con alcances insospechados, porque hay restaurantes y bares en los que las proponen como la bebida preferida.

 

Antes de la cuota de género

 

Cuando se habla de equidad de género en los círculos políticos, tenemos que reconocer que muchos años antes de la ley de equidad de género en el municipio de Huauchinango en la Sierra Norte de Puebla, se ha respetado el valor y liderazgo de las mujeres.

 

Además de estar preparadas, han mostrado capacidad para gobernar al municipio que hoy cuenta con 90 mil 846 habitantes, y desde hace más de medio siglo éstos han depositado confianza en sus mujeres, a las que han elegido para gobernar la localidad.

 

Así tenemos que en medio siglo los ciudadanos de Huauchinango han elegido en orden, por la vía limpia del voto, a tres mujeres como su máxima autoridad.

 

En orden de aparición, la primera alcaldesa fue Magdalena Lechuga de Sotomayor, que gobernó de 1981 a 1984.

 

Enoé González Cabrera, de 1987 a 1990.

 

Y Pilar Jiménez Morales de Giorgana, de 1990 a 1993.

 

Periodos en los que la ciudad ha avanzado y mantenido el orden y el ritmo de desarrollo.

 

Su majestad, el chile en nogada

 

La temporada de chiles en nogada logra captar para Puebla una buena corriente de visitantes que llegan con el propósito de disfrutar el platillo barroco elaborado por las monjas para homenajear a Agustín de Iturbide en el año 1821.

 

Desde las cocinas de restaurantes, conventos y familias cada año se preparan cientos de chiles en nogada para compartir con  personas de especial afecto y respeto que viven en la Ciudad de México.

 

En la capital del país hay restaurantes especializados en comida mexicana que entronizan como su platillo estrella de la temporada, de julio a septiembre, a los famosos chiles en nogada.

 

Todos los disfrutan.

 

Pero… no en todos los restaurantes (sobre todo de la Ciudad de México) los preparan siguiendo la receta maestra.

 

Lamentablemente también en Puebla hay lugares en los que se altera su preparación al grado de pretender aumentar el volumen de la nogada licuándole pan blanco de caja.

 

Hay reportes de que en otros lugares de plano reemplazan la salsa de nogada por helado de nuez, en algunas partes llegan a poner mayonesa como base de la nogada.

 

La receta original marca el chile capeado. Aunque ahora los veganos, por no consumir productos derivados de un animal, hacen de lado el capeado.

 

Hay restaurantes que con motivo de la carestía que vivimos de plano eliminaron al picadillo la almendra, el piñón y sólo lo sazonan con unas hebritas de carne, convirtiendo el relleno del chile en un verdadero coctel de frutas que resulta empalagoso.

 

Por sus abundantes y costosos ingredientes los chiles en nogada resultan caros, tanto para elaborarlos en casa como para comerlos en restaurantes y cocinas económicas.

 

En la Ciudad de México la revista especializada en comida hizo un muestreo de precios para orientar al consumidor.

 

De una veintena de restaurantes el platillo de chile en nogada va desde los 280 hasta los 350 pesos.

 

Aquí en Puebla los encontraron desde 150 y 170 pesos en cocinas económicas.

 

En restaurantes los ofrecen en la carta desde 260 hasta 350 pesos.

 

Y si usted quiere disfrutar el privilegio de saborearlo en el ambiente del arte barroco y la distinción, puede consumirlo en el restaurante del Museo Barroco, donde el refinamiento estará presente en su mesa con un precio de 450 pesos el chile solo, y 850 maridado con la copa de vino tinto adecuado.