Dos triunfos al hilo de la Selección Mexicana nos llevaron a la gloria.
Comenzamos la cuenta regresiva.
Sin lugar a dudas el tema que se impuso por encima de las encuestas y el Mundial es el de los 10 mil niños inmigrantes que fueron enjaulados después de ser separados de sus padres.
Para cualquier estratega en cualquiera de los terrenos de la vida, el optimismo exacerbado engendra muchos riesgos, por eso no es recomendable.
A propósito de lo que hablamos el pasado martes acerca de lo que ocurre al interior de la Fiscalía General del Estado: unos deshojan la margarita para ver si se la juegan en la corriente de la apatía, con la oposición sistemática siguiendo voces ajenas a la institución; mientras otros apresuran el paso para entregar las mejores cuentas, con todo y que la seguridad de los poblanos no depende de esta dependencia, como “algunas personas” han tratado de hacer ver.
En el foro poblano hay la percepción de que al interior de la Fiscalía General del Estado están ocurriendo cosas que alteran la lucha contra la impunidad.
Hace unas semanas en las redes sociales se replicó un ‘meme’ en el que se hablaba de que los resultados de las elecciones del 1 de julio ya estaban listos, y que sólo había esperar a que llegara “la gran fecha” para celebrar la jornada electoral.
Las campañas políticas más violentas que registra la historia de México son las actuales pues se ha asesinado a 80 políticos, en su mayoría contendientes a una posición. Más docenas de heridos en un total de 173 agresiones contabilizadas.
De conversaciones con analistas, psicólogos, sacerdotes, médicos y abogados, llegamos a la conclusión de que hace no mucho, unos 5 años, los jóvenes poblanos de cierto medio socioeconómico y habitantes de zonas clave acariciaban desde la infancia la idea, la ilusión y la meta de llegar como obreros en su momento a las más prestigiadas plantas industriales como la armadora de autos; o bien, de seguir la ruta hacia los Estados Unidos para trabajar por horas y a cambio ganar en dólares para progresar.
A 33 días de las elecciones, las sorpresas no paran día a día entre los contrincantes en campaña, que con buena lupa se buscan uno a otro las posibles irregularidades de su patrimonio declarado en la famosa 3de3. Y cuando afloran las incongruencias no pierden tiempo para exhibirlas de inmediato en las redes sociales, sin desaprovechar desde luego la oportunidad también de convocar a los reporteros en conferencias de prensa y entrevistas ‘banqueteras’, para hacerlas públicas como fórmula mágica para denostar y desacreditar.
La prueba de fuego la pasó ayer decorosamente el Centro Mexicano Libanés que fue contratado originalmente para un desayuno para mil personas, y en 3 días fue subiendo hasta cerrar en 3 mil 270.
No sé si usted tuvo la disposición y el interés para ver el debate de los candidatos a la Presidencia, pero después de éste, confirmo aquello “del vaso medio lleno o medio vacío” y que cada quien define las cosas “según el color del cristal con que lo mira”.
El rumbo de las campañas nos lleva a la conclusión de que a nivel federal los partidos han dejado solos a sus candidatos, que tienen que remar contracorriente frente a un contrincante que les lleva 20 años de ventaja haciendo campaña para llegar a la Presidencia de la República.
Vivimos días de desinformación en los que todos tratan de ‘llevar agua para su molino’, sorprendiendo a ingenuos, sin criterio, sin hábitos de acceso a fuentes confiables de información y saturados de versiones expresadas a través de todas las redes, produciendo un fenómeno de miedo e irritabilidad.
En el contexto que vivimos de fuego cruzado en las campañas políticas que están polarizando no sólo a la sociedad, sino a familias y hasta parejas, surge una pregunta, ¿todo el estiércol que comenzaron a lanzarse los candidatos unos a otros logrará una mayor participación de electores a las urnas? y ¿justificarán los millones que cuestan?
Si usted creía que en política ya lo había visto todo, está en un error, a juzgar por los últimos acontecimientos.