Hemos hablado aquí sobre la situación que el PAN y el PRD han vivido en este proceso electoral, tanto a nivel nacional como local. Ahora toca su turno al PRI, partido que durante ocho décadas fue el que prevaleció sobre todos los demás en la vida política nacional.
El Revolucionario Institucional surgió de la Revolución Mexicana de 1910. Fue un partido liberal, heredero del liberalismo del siglo 19, que desde finales de la primera mitad del siglo 20 y durante casi toda la segunda mitad del siglo pasado gobernó en forma total a la República. Se decía que el PRI mandaba desde la más humilde junta auxiliar, hasta la presidencia de la República, y eso era una verdad absoluta.
Desde el gobierno de Lázaro Cárdenas, en los años 30, hasta el de José López Portillo, en los primeros años 80, este país, bajo los regímenes surgidos de los llamados gobiernos revolucionarios, vivió en paz y progresando: se distribuyó la tierra a los campesinos; se crearon instituciones para apoyar al campo, como el Banco Ejidal, el Banco Agrario, el Seguro Agrario; se expidió la Ley Federal del Trabajo, que garantizaba a la clase obrera un horario de ocho horas, salario justo y seguridad social; surgió el Instituto Mexicano del Seguro Social, una institución que pese a los defectos que ha tenido ha sido ejemplo no igualado por ningún país de América Latina; se crearon los grandes sindicatos y centrales obreras, instituciones destinadas a cubrir las necesidades de salud y seguridad social de maestros y burócratas; pero, sobre todo, se dio un gran impulso a la educación pública popular, laica y gratuita en todos sus niveles.
Se fundó el Instituto Politécnico Nacional, se fortaleció a la Universidad Nacional Autónoma de México y se crearon universidades e instituciones de educación superior en cada una de las 32 entidades federativas. Se inició la enseñanza normal, que se extendió a todo el país fortaleciendo con ello al sistema educativo popular, y a través de la Secretaría de Salubridad y Asistencia se dio atención médica a todo el que lo necesitaba, además esa dependencia realizaba campañas de vacunación para prevenir enfermedades como sarampión, tosferina, viruela, fiebre tifoidea, poliomielitis, etcétera, que diezmaban a la población infantil.
Todo eso fue esencial para el surgimiento de una clase media cada día más extendida, que ahora es la que predomina en las actividades sociales, políticas y económicas de la nación.
Qué fue lo que pasó, porque el PRI se debilitó al punto de que ahora muchos de sus tradicionales críticos y hasta numerosos simpatizantes y militantes hablan de su inminente caída en las elecciones del primero de julio próximo.
Un gran amigo nuestro, el licenciado Melitón Morales Sánchez, que ha sido priista desde su época de estudiante y que fue dirigente estatal de ese partido, así como de uno de sus sectores más importantes, como es el campesino, pues dirigió la Liga de Comunidades Agrarias en el estado, accedió a hablarnos de este asunto, de acuerdo con lo que ha observado en los últimos años.
Melitón ha ocupado puestos administrativos en diversos gobiernos estatales, además de haber sido diputado estatal y federal y de haber presidido el Congreso del Estado, ha sido un estudioso de la historia de nuestro país y de las diversas corrientes políticas que han influido en la vida nacional, es, pues, una persona con capacidad y autoridad para opinar sobre lo que está ocurriendo en su partido.