Martes, 23 de Abril del 2024
Jueves, 21 Junio 2018 02:51

Con MEA o Barbosa, Puebla necesitaría un gobierno de coalición

Con MEA o Barbosa, Puebla necesitaría un gobierno de coalición Escrito Por :   Arturo Rueda

En esa Ley, la posibilidad de construir un gobierno de coalición es discrecional, pues está a criterio en cualquier momento, y como la reforma constitucional no se ha aprobado, no necesita activarse la hipótesis del 42%. En cualquier momento, Martha Erika o Barbosa podrán activar esa Ley de la que nadie parece acordarse


 

La encuesta publicada ayer por el diario Reforma confirma lo que ya había indicado previamente el Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE) en su Termómetro Electoral para este rotativo: que la elección a gobernador está cerrada, pero lleva mano Martha Erika Alonso. En todas las encuestas con claridad metodológica —eso excluye a la Coparmex— ella aparece arriba.

 

Al morenovallismo no lo ha sepultado el ‘tsunami’ lopezobradorista por una explicación muy sencilla: no todos los que integran esa ola gigantesca a favor del tabasqueño tienen ganas de votar también por el candidato de Morena. Muy simple: López Obrador se equivocó al designar a Barbosa. Un mejor candidato ya habría arrasado.

 

De los datos de la encuesta de Reforma que revelan una intención de voto mayoritaria hacia Alonso Hidalgo también es importante la tabla de atributos positivos y negativos de cada candidato. Ahí todo se vuelve muy claro: Martha Erika lidera todos los atributos positivos —especialmente capacidad para gobernar— y Luis Miguel Barbosa encabeza todos los atributos negativos —especialmente corrupción—.

 

Sin el impulso de AMLO, el ex perredista no tendría forma de competir porque la panista es mucho mejor candidata y claramente, ha realizado una campaña más convincente.

 

Pero no en balde Reforma titula que en Puebla la moneda está en el aire: pese a todas sus deficiencias como candidato, pese a su mala campaña, Barbosa todavía tiene oportunidad de ganar únicamente gracias al impulso de López Obrador. Y aquí viene el hecho relevante.

 

Dado lo ajustado de los porcentajes, y que quien gane podría no hacerlo por más de cinco puntos, para construir un gobierno fuerte deberá recurrir a la figura del gobierno de coalición, ya instituido en la Constitución General de la República y también en la Constitución estatal. Es decir, Martha Erika o Barbosa, para ampliar su consenso fragmentado, deberán aliarse con otros partidos políticos y, eventualmente, incorporar figuras de esos partidos a su gabinete.

 

De acuerdo con la iniciativa ingresada al Congreso local en diciembre de 2016, el gobierno de coalición procederá cuando el ganador de la contienda por la gubernatura no haya obtenido el 42 por ciento de la votación. Con base en GCE y Reforma, Martha Erika está a un punto de esa meta, pero Barbosa a cuatro.

 

El gobierno de coalición, según la misma iniciativa, se firmará con el o los partidos necesarios para llegar a ese 42 por ciento de la votación. Como los registros del Verde y el Panal todavía están en veremos, la primera vía que tiene Martha Erika para consolidar el gobierno de coalición es con el PRI, que pinta para obtener entre 14-15 por ciento de la votación. Pero en la misma situación se encuentra Morena.

 

La iniciativa da un mes para constituir el gobierno de coalición, pero en caso de no lograr acuerdo con ninguna fracción parlamentaria, ¡se dará una segunda vuelta entre el primer y el segundo lugar!

 

O sea, el IEE tendría que convocar a esa segunda vuelta en la que, de acuerdo con la circunstancia del momento, sólo concurrirían Martha Erika y Barbosa, pero ya sin el impulso que le da López Obrador.

 

Sin embargo, ojo, la reforma constitucional no fue aprobada por el Congreso, sino únicamente una Ley que establece las Bases de Organización del Gobierno de Coalición del Estado de Puebla, en la que no se establece el porcentaje mínimo, ni la segunda vuelta, sino únicamente la posibilidad de firmar el convenio y que la designación de los secretarios del gabinete sea ratificada por los diputados.

 

En esa Ley, la posibilidad de construir un gobierno de coalición es discrecional, pues está a criterio en cualquier momento, y como la reforma constitucional no se ha aprobado, no necesita activarse la hipótesis del 42 por ciento. En cualquier momento, Martha Erika o Barbosa podrán activar esa Ley de la que nadie parece acordarse.

 

De esta forma, el gobierno de coalición puede derivar en un ‘PRIAN…’ o en un ‘PRIMOR’, pues a reserva de lo que pase con el Verde y Nueva Alianza, es el PRI quien tiene la llave de la estabilidad y la gobernabilidad.

 

 

¿De qué lado caería la balanza?

 

 

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