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Lunes, 12 Febrero 2018 03:25

Las dudas que nos deja el periodo de precampaña

Las dudas que nos deja el periodo de precampaña Escrito Por :   Arturo Rueda

De Luis Miguel Barbosa, saber si es en verdad un auténtico opositor o una nueva versión de Graco, Mancera o Arturo Núñez: personajes funcionales al sistema del PRIAN que llegan encaramados al poder con la ola de López Obrador. Y es que, sin duda, huele mal la despedida del Senado que le organizó El Tío Gamboín, en la que lo llamó “Caballero de la Política” como cierre a una treintena de senadores que se desvivieron en elogios al poblano.


El periodo de precampaña en Puebla terminó con la sensación, en términos pugilísticos, de que al morenovallismo le entran los golpes y las piernas se les aflojan. Se trata, por supuesto, de una percepción a priori, sin números o encuestas que la respalden, pero Martha Erika Alonso debutó contra las cuerdas y a la defensiva. Tampoco es que tenga quijada de cristal, sin embargo por momentos se le ven los vicios de novata.

 

Antes de la precampaña y de la gira de cinco días de López Obrador por Puebla, nadie volteaba a ver a Luis Miguel Barbosa. Se le consideraba la rémora del tabasqueño, el hombre que iba a esperar el balón en la zona de anotación. Hoy, es el candidato sensación y se respira en el ambiente la expectativa de que puede derrotar al morenovallismo encaramado en la ola de Andrés Manuel.

 

Aunque sin duda es el mejor candidato que podía lanzar el PRI, Enrique Doger batalla contra la poca expectativa que levanta Pepe Meade como abanderado presidencial. También, aunque recibió un refuerzo de lujo con la llegada de María Esther Scherman como delegada tricolor, está la impresión de que llegó tarde porque ante la falta de definición de candidato el morenovallismo aprovechó para robarles cuadros. Personajes menores –como Víctor Gabriel Chedraui– o desprestigiados –como Carlos Peredo– pero que podían aportar algunas decenas de votos.

 

La precampaña, sobre todo, sirvió para mostrar que el morenovallismo no tiene garantizada la victoria y que el proyecto de reelección conyugal no tuvo un buen recibimiento. Que los enemigos de Rafael y Martha Erika son muchos y que ellos alimentan más a esa tribu con, por ejemplo, la insensatez de ponerse al tú por tú con López Obrador.

 

Este breve periodo sirvió, además, para constatar que ya no existe una vinculación orgánica entre la mansión de Las Fuentes y la casona de Los Fuertes y que ese divorcio se expresó con la bajada de Antonio Gali Jr de la candidatura al Senado, provocada en parte por la decisión del gobernador de no poner en riesgo a su familia, ni exponerse al golpeteo absurdo cuando no tiene nada qué ganar. ¿Más audios por la absurda decisión de Eukid de espiar a los amigos? No gracias.

 

Estos 11 días no dejan varias dudas que los candidatos tendrán que despejar en el periodo de precampaña. Estas son algunas.

 

De Martha Erika Alonso, saber si es algo más que la esposa de Moreno Valle y una victimización de su condición de género. Si su único escudo es esconderse detrás de los discursos contra la misoginia, el machismo y si en verdad puede ofrecer propuestas a millones de poblanos que no les interesa la continuidad de un régimen bajo sospecha de utilizar el erario para financiar candidaturas presidenciales.

 

¿El discurso de género para Alonso es sólo una conveniencia electoral? Tiene una forma sencilla de probarlo: condenar la brutal agresión del pseudoperiodista Fabián Gómez a la precandidata de Morena a la alcaldía Violeta Lagunes, a quien califica este día como “promiscua”, “golfa” y tener “nombre de fichera de antro de mala muerte” en su espacio a Contraparte.  Se trata de un caso explícito de violencia política de género. ¿Su gobierno seguiría pagando dinero a ese medio para continuar denigrando mujeres?

 

De Luis Miguel Barbosa, saber si es en verdad un auténtico opositor o una nueva versión de Graco, Mancera o Arturo Núñez: personajes funcionales al sistema del PRIAN que llegan encaramados al poder con la ola de López Obrador y luego lo traicionan.  Y es que, sin duda, huele mal la despedida del Senado que le organizó El Tío Gamboín, en la que lo llamó “Caballero de la Política” como cierre a una treintena de senadores que se desvivieron en elogios al poblano.

 

Por supuesto, Barbosa goza del impulso que le da al tabasqueño. ¿Pero es algo más? En la entrevista que dio a #JuegoDeTroles el viernes pasado dejó destellos de brillantez, pero también es cierto que carece de cualquier experiencia ejecutiva de gobierno. Por último, responder quién es en verdad. ¿El que se alió a Moreno Valle, a Los Chuchos, al Pacto por México, o el que rompió con ellos cuando ya no le convenía mantener esas alianzas?

 

De Enrique Doger, saber si va a tener los recursos para tener una campaña competitiva y si la militancia continuará ilusionada tan pronto se resuelvan las candidaturas a alcaldías y diputaciones. De los tres, sin duda, quien tiene mejor currículo y beligerancia mediática. ¿Pero cómo subir en las encuestas cuando su candidato presidencial es un fardo y además el presidente Peña es un activo tóxico?

 

Ganas no le faltan y su nominación generó cohesión. Pero le urge demostrar que es competitivo o la percepción solamente se centrará entre Martha Erika y Barbosa en las semanas por venir.

 

 

 

 

 

 

 

 

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