Derrotados en la búsqueda de la candidatura presidencial en sus respectivas trincheras, la amistad entre Rafael Moreno Valle y Miguel Ángel Osorio Chong goza de cabal salud ahora que también ambos tienen un pie en la Cámara Alta. Ninguno de los dos llegó a la meta común que construyeron desde 2012, pero ambos maquinan convertirse en los jugadores fundamentales del Senado y dominar sus respectivas bancadas para fungir como interlocutores de Andrés Manuel López Obrador.

 

La alianza política de Moreno Valle-Osorio Chong, surgida cuando ambos coincidieron en San Lázaro bajo el manto protector de Elba Esther Gordillo, expone el manto protector del peñanietismo hacia el poblano a lo largo del sexenio. Pero también explica muchas cosas más, como la debilísima fórmula Nadia Navarro-Mario Riestra como candidatos al Senado, cuya competitividad es igual a cero por tratarse cuasi desconocidos, pero además porque la encabeza alguien que ni panista es.

 

La razón es simple: el acuerdo de Moreno Valle con el ex secretario de Gobernación para abrirle paso a Juan Carlos Lastiri y permitirle el ingreso al Senado como primera minoría. Osorio Chong necesita al zacatleco en la Cámara Alta para sumar su voto y hacerse de la coordinación de la fracción parlamentaria ante el inminente desastre electoral que se avecina.

 

De acuerdo con las recientes encuestas, el PRI tendrá una caída histórica en el número de senadores que integrarán su bancada. De los actuales 55 senadores que tiene en la Cámara Alta, los cálculos más optimistas dicen que en la próxima legislatura difícilmente tendrán más de 20 e incluso que el número más realista es 15.

 

De la próxima bancada tricolor en el Senado, la lista plurinominal aportará sólo seis escaños y Estefan Chidiac se va a quedar fuera, porque para ingresar necesitaría que el tricolor por sí mismo recibiera el 24 por ciento de la votación nacional, algo que en otros tiempos no sería difícil pero que ahora con sus 18 puntos en las encuestas parece imposible.

 

Con sólo seis plurinominales, entre los que se encuentra el ex titular de la Segob, Osorio Chong necesita más senadores para ‘engordar’ la bancada tricolor y asegurar la coordinación. Su amigo Rafael Moreno Valle decidió ayudarlo poniendo en el Frente PAN-MC-PRD a candidatos de ‘papel’, especialmente a Nadia Navarro, que no llega al 8 por ciento de conocimiento pero que tampoco forma parte del grupo morenovallista, por lo que su postulación es inexplicable para muchos.

 

Nadia Navarro es desechable: si pierde, no pasa nada. Nadie la va a llorar porque no forma parte de ningún grupo político y sí de los impresentables del PSI. Es un ‘flan’ que Moreno Valle puso para que Lastiri pueda ganarle y entrar al Senado como un favor de amigos de Osorio Chong, que ayer visitó Puebla para comenzar a pagar ese favor: evitó cualquier crítica a Martha Erika, pero se ‘lanzó a la yugular’ de Luis Miguel Barbosa en apoyo al ex gobernador poblano.

 

Lastiri sigue en tercer lugar de las encuestas, pero con una candidatura tan ‘flan’ es previsible que pueda rebasar a Nadia Navarro y entrar al Senado como primera minoría. Entonces, el zacatleco lo mismo operará para Osorio Chong que para el ex gobernador poblano. Su margen de acción no será tan importante, pero el hidalguense tomará un papel importante en el Legislativo para intentar controlar a López Obrador.

 

No olvidemos que Osorio Chong se encontrará en el Senado con su ex protegido Alejandro Armenta, a quien le dio cobijo en la Segob durante el primer trienio de Peña Nieto y después pidió a Moreno Valle dejarlo pasar en 2015.

 

Pero Armenta renunció al PRI pese a los favores recibidos, se fue a Morena, aunque no lo hicieron candidato a gobernador, sí recibió el pase al Senado. El hidalguense se siente traicionado por Armenta, a quien ahora deberá tratar como vecino de escaño, no como empleado y subordinado.

 

Moreno Valle y Osorio Chong no tienen preocupaciones de candidatos, pues sus privilegiadas posiciones en las listas de sus partidos les dan acceso seguro al Senado. Así que desde ahora calculan como dominar sus fracciones parlamentarias, quiénes podrían integrarlas y cómo desbancar a sus hipotéticos rivales.

 

Por cierto. Ya por la tarde, el ex titular de Gobernación recibió a algunos medios de comunicación. Tras las entrevistas de rigor, confesó off the record que si por él hubiera sido, el candidato tricolor a la gubernatura habría recaído en Lastiri y no en Enrique Doger. Quizá eso explicar por qué Doger no se apareció con Lastiri en su gira a Puebla.

 

Y se confirma, por último, que fue Osorio Chong quien entrampó la designación de candidato a la gubernatura del PRI, pues aunque Doger era el más competitivo, desde Segob cabildeó una y otra vez para que fuera Lastiri. Todo es en complicidad, siempre, con su ‘amigote’ Moreno Valle.