Si la historia siempre se repite dos veces, una como tragedia y otra como comedia, decía Marx, resulta significativo que el morenovallismo, en el momento más importante de su historia, entregue la conducción de la campaña de Martha Erika Alonso a los mismos consultores que en 2010 fueron corresponsables del hundimiento de Javier López Zavala y la derrota tricolor que hasta hoy resienten los priistas.

 

Los hermanos Juan Carlos y José Roberto Limón García, cabezas de la consultora By Power Media, son los responsables creativos de llevar a Alonso Hidalgo a Casa Puebla en medio del ‘tsunami’ lopezobradorista que hace retumbar y desbordar a México.

 

No tiene By Power Media los mejores antecedentes a excepción de la confianza absoluta que les entregó Enrique Peña Nieto desde la gubernatura del Estado de México y luego replicó en la campaña presidencial de 2012.

 

En medio de esa dinámica, Peña Nieto recomendó a los hermanos Limón a Mario Marín Torres y Javier López Zavala, quienes se adueñaron de la parte creativa de la campaña. Y vaya que lo hicieron de forma lamentable, pues el oriundo de Pijijiapan jamás pudo conectar con el electorado.

 

Lo de Zavala en ese año fue una larga agonía, una pérdida acelerada de puntos a lo largo de los meses de campaña y los errores cometidos podrían llenar dos tomos de lo que no debe hacerse para vender un candidato.

 

Después de ese desastre, By Power Media continuó trabajando para Peña Nieto y tuvieron un papel destacado en la campaña del mexiquense, especialmente en la definición de los spots en los que explotaron correctamente su carisma telegénico.

 

Lógicamente, con la victoria, se acomodaron como consultores de Los Pinos y algunas versiones les atribuyen la definición del slogan “Mover a México” que nunca pudo afianzarse.

 

En algún punto, quizá por recomendación de Peña, tal vez por la aureola de haber llevado al mexiquense a Los Pinos, Rafael Moreno Valle adoptó a los hermanos Limón como sus consultores de cabecera para conducir su aspiración presidencial.

 

Ahí todo se vuelve más claro: o a los dueños de By Power Media se les acabaron las ideas, la creatividad o no encontraron producto en el ex gobernador poblano, pues su campaña presidencial no prendió ni dejó alguna idea recordable. Sin definiciones de fondo, sin propuestas novedosas, sin mensaje, todo se extinguió cuando Anaya se adueñó del PAN y los mandamases del PRD y de MC lo traicionaron para entregarse a los brazos del queretano.

 

Sin embargo, Moreno Valle evalúa correctamente el trabajo de By Power Media, por lo que les entregó la campaña de su esposa para hacerla gobernadora sin reparar en el mensaje histórico de hacer responsables a los que hundieron a Javier López Zavala en 2010.

 

Si Moreno Valle fuera supersticioso, seguro no querría que el recuerdo de esa campaña fallida tocara la urgencia de Martha Erika por posicionarse tras su mala racha en las encuestas.

 

Ya veremos qué tono nos ofrece By Power Media en 2018: una campaña fallida como la de 2010, una insustancial como la presidencial de Moreno Valle o la explosión de un carisma telegénico como el de Peña Nieto.