Anaya y el morenovallismo, como en la canción de Timbiriche, son uno mismo. El plan original de descarrilar al queretano para que Moreno Valle pudiera emerger como nuevo líder nacional del PAN de momento ha sido cancelado y ahora todos reman en la misma dirección. No podía ser de otra manera: las encuestas han demostrado que si se hunde Anaya, también se hunde Martha Erika Alonso.
Parecía imposible, pero los destinos de Anaya y el morenovallismo quedaron amarrados tal como lo previó el ex ‘Niño Maravilla’. Sea porque los grupos fácticos de interés designaron al candidato presidencial del Frente como el rival que impulsarán contra AMLO descartando a Meade, sea porque en verdad es el único que puede competir contra el tabasqueño, pero ahora todo avanza alineado.
Se acabó la indolencia en la estructura de promoción y ahora, válgame Dios, hasta quieren llenarle Acrópolis con 10 mil almas el miércoles que Anaya tendrá una gira maratónica y cerrará en el mejor centro de espectáculos de Puebla. ¿Podrán? Se aceptan apuestas.
La encuesta estatal de Mas Data fue un golpe sobre la mesa que obligó a modificar estrategias. El candidato presidencial del Frente PAN-PRD-MC se desplomó 7 puntos con las acusaciones de lavado de dinero y se convirtió en una piedra pesada que Martha Erika Alonso debía cargar. Pasó de 26 a 18 puntos y la distancia que lo separa de López Obrador es de 3 a 1.
Anaya necesita subir en Puebla para que López Obrador baje… aunque sea tantito. El morenovallismo no necesita mucho porque se trata de un principio de lógica elemental: lo accesorio sigue la suerte de lo principal. Si el tabasqueño pierde 5 puntos en los siguientes dos meses, también los perderá Barbosa. Si a eso le sumamos la operación del ‘día D’, Martha Erika podría ganar la gubernatura con relativa tranquilidad.
Lo que no puede hacer Martha Erika es cargar a todos. Hacia arriba, a Anaya, y hacia abajo, a Nadia Navarro. Por ello esta semana comenzó una actividad en favor del queretano en el ejército digital del morenovallismo. Se quiere ‘echar la carne al asador’ en la gira que inicia el miércoles, para que el domingo en el arranque de campaña estatal sea un activo, no un activo tóxico.
El cambio de actitud hacia Anaya es evidente. En sus cuentas de redes sociales, Moreno Valle y Martha Erika le desearon suerte en el debate a su candidato presidencial, y Giles convocó a los panistas a ver el choque en pantalla gigante. Al mismo tiempo, la Fuerza Digital se sumó a las menciones de apoyo, y después todos los voceros formales e informarles se sumaron a la versión de que el queretano le había ganado al tabasqueño y había enviado a Meade al tercer lugar.
Esto es lo que se llama alinear incentivos. En el plan original del ex gobernador, lo ideal era que el ex ‘Niño Maravilla’ perdiera, y si era en el tercer lugar, mejor, porque eso le permitiría atacar a las fuerzas derrotadas del anayismo para hacerse del CEN panista. Con su senaduría plurinominal en la mano, el destino de Anaya le era indiferente.
Sí, hasta que Anaya se convirtió en un peso muerto, y la fuerza creciente de López Obrador en Puebla, con 55 por ciento de los apoyos, llevó a Barbosa a convertirse en una opción real para disputarles el poder.
Ahora, Moreno Valle la ‘bebe o la derrama’. Impulsa a Anaya para acercarse a López Obrador, o Martha Erika se hundirá sin remedio. Los destinos de ambos quedaron atados. Tal como lo previó el ex ‘Niño Maravilla’. Y luego dicen que no es perverso.