Luego que el funcionario del Instituto Electoral del Estado (IEE) Gaspar Palacios Monterrosas fuera linchado y quemado el pasado miércoles en el municipio de Tlacotepec de Benito Juárez, sus familiares descartaron vínculos con la delincuencia y narraron que dejó huérfanos a tres menores de edad, además el cuerpo no les ha sido entregado.

En entrevista para la radiodifusora Efekto 10, la deuda del funcionario electoral señaló que Palacios Monterrosas afirmó que “Era honorable, nunca tenía que esconderse de nada, era noble, era responsable de su familia, le gustaba estar con su familia, si salía únicamente era por trabajo, él no tenía necesidad de nada, no tenía necesidad de hacer nada ilícito, tenía trabajo, yo trabajaba, tenemos casa propia, todo lo conseguía honestamente”, dijo la viuda con la voz entrecortada y desesperada al saber de la muerte de su esposo.

Aseguró que la gente de Tlacotepec “está enferma” por la paranoia que se vive por la inseguridad, ya que ni siquiera saben quién pasa por su camino y ya lo quieren linchar al igual que en la zona de Tecamachalco.

Asimismo, declaró que no se le ha entregado el cuerpo de su esposo, pues aún permanece dentro del Servicio Médico Forense (Semefo) para que le realicen la prueba de ADN, a pesar de que ya fue reconocido por ella.

“Todo se le nota, y según ya le iban a hacer el trámite y el servicio de funeraria y al final no nos lo entregaron”, dijo la viuda, mientras señalaba que la justicia estaba mal porque no le hacían caso para exigir que los responsables del linchamiento paguen por el delito, del cual la Secretaría General de Gobierno (SGG) ha declarado en múltiples ocasiones que se trata de un homicidio doloso.

Palacios Monterrosas fungía como presidente del Consejo Municipal Electoral de Chalchicomula de Sesma, sin embargo, el pasado miércoles fue linchado, amarrado a un poste, golpeado y quemado vivo junto a su vehículo luego de ser confundido por los habitantes de la región con un delincuente.