Los espectáculos circenses podrán ser divertidos para ti, pero no lo son para los animales. La verdadera cara del circo, se esconde detrás de las coloridas carpas.
Ahí donde no llegan las luces, decenas de animales padecen encierro, soledad,hambre, falta de atención veterinaria y golpes cuando no quieren actuar.
Esto fue lo que ocurrió recientemente en Oljovka, en la región de Volgogrado en Rusia, donde un oso estresado y temeroso por los golpes de su domadora atacó ferozmente a un empleado que se encontraba cerca.
Staff / Diario CAMBIO