Con gran dolor y voz quebrada se puede escuchar a Gloria Cojolón, mientras lee la conmovedora carta que encierra las últimas palabras que su esposo dejó para ella después de desaparecer durante su servicio como bombero rescatista durante la catástrofe que desató el volcán de Fuego en Guatemala.

José Antonio Castillo Santos acudió al llamado de auxilio de su comunidad tras la erupción volcánica que tomó por sorpresa a la nación. Un día antes del desastre natural, el hombre había cumplido 34 años.

Gloria asegura que durante el domingo de la tragedia, su esposo la llamó primero para decirle que se encontraba bien y que se protegiera del material volcánico que estaba cayendo en Alotenando. Unas horas más tarde volvería a llamar para asegurarle que sus parientes en el poblado de Escuintla se encontraban a salvo y que se mantuviera tranquila.

“Hola mi amor lindo, si acaso está leyendo esta carta, es porque yo no estoy con ustedes. No lloren, yo estoy muy bien. Dios ha decidido que mi misión terminara”, comienza el enternecedor mensaje escrito en tinta azul sobre un papel amarillo.

“Amor así tenían que suceder las cosas, pongan música así las penas son menores. Mi mamá fijo esta llorando, que no lo haga yo estoy feliz”, escribió el oficial de @BVoluntariosGT #VolcánDeFuego @ElPopularGT @PublinewsGT pic.twitter.com/LIxSlXe9pe

— Álvaro Alay (@AAlay_DP) 7 de junio de 2018