El alcalde de Chignahuapan, Juan Enrique Rivera y de Chalchicomula de Sesma, Juan Navarro –quienes se registraron como aspirantes a una diputación federal por el PRI- no tienen nada que presumir en sus campañas pues hasta triplicaron los homicidios dolosos en sus municipios, mismos que abandonaron en su búsqueda por brincar a otro cargo de elección popular.
El único que podría justificar que no le probaron ninguna relación con las bandas de ladrones de combustible es el edil con licencia de Quecholac, Néstor Camarillo, quien se registró por el distrito 4 con cabecera en Ajalpan, pues a pesar de las investigaciones por parte de la PGR en su contra salió bien librado.
En Chignahuapan se triplican los asesinatos
El municipio ubicado en la Sierra Norte de Puebla, que desde febrero de 2014 fue administrado por Juan Enrique Rivera, incrementó sus índices delictivos, al pasar de 396 hechos denunciados en 2013 a 415 durante el 2017, de acuerdo con datos del Secretariado Nacional de Seguridad Pública (SNSP).
Aunque este incremento se vio reflejado de forma más directa en los delitos de alto impacto, donde se integraron un total de 15 averiguaciones por homicidios dolosos, cifra que se triplicó en comparación del 2013 cuando se registraron cinco casos.
De 231 robos que se cometieron durante el año pasado, el 31 por ciento fueron realizados con violencia, integrándose un total de 73 carpetas con esta agravante.
En cuanto a los demás delitos, el 2017 ocurrieron siete violaciones, un secuestro y 11 robos en carretera.
Juan Enrique Rivera, quien busca la candidatura por el Distrito 2 con cabecera en Zacatlán, dejó en el cargo a su suplente José Laureano Raymundo García Domínguez, quien ya ha sido ratificado por el Cabildo.
En Chalchicomula de Sesma se duplican las violaciones
Juan Navarro Rodríguez tampoco tiene nada que ofrecer pues los delitos de alto impacto se elevaron.
El incremento más sustancial fue en la cantidad de averiguaciones iniciadas por el delito de homicidio doloso, en donde éste pasó de sólo un caso registrado hace cinco años a 10 durante el 2017, significando un aumento del 900 por ciento.
De 166 robos denunciados durante el año pasado, 82 fueron realizados de forma violenta, casi el doble en comparación con el 2017 donde 48 casos se investigaron bajo esta agravante.
El robo a carreteras también reveló un importante incremento del 128 por ciento, al pasar de 7 a 16 casos entre ambos años, mientras que los secuestros se vieron disminuidos al no presentarse ninguno en el 2017.
Las agresiones sexuales se duplicaron durante el último año de mandato de Navarro Rodríguez, pues en 2013 se denunciaron dos casos, mientras que en todo el año pasado se investigaron cuatro.
Carlos Cózatl Martínez / @cr_cozatl