A través de una demanda por daño moral, la candidata al Senado de la República por Morena, Nancy de la Sierra Arámburo, inició una estrategia de acoso judicial contra CAMBIO para silenciar a este medio que dio a conocer la duplicación de su patrimonio de acuerdo con las declaraciones 3de3 que presentó al IMCO en 2015 y en este año electoral.

El pasado 12 de junio la aspirante informó que demandaría al director de esta casa editorial, Arturo Rueda, por el cargo de daño moral, al asegurar que la información que se publicó en este medio respecto al valor de su patrimonio era falsa.

Asimismo, la abanderada aseguró que también interpondría una denuncia por el mismo cargo en contra de su rival de la coalición Por México al Frente, Mario Riestra Piña.

En su edición del pasado 6 de junio, CAMBIO dio a conocer que de acuerdo con la declaración que la propia candidata presentó ante el IMCO en 2015, su patrimonio tenía un valor de tres millones 29 mil pesos.

Sin embargo, en la documentación que entregó a la misma institución hace unas semanas el valor de sus bienes muebles se duplicó al pasar a seis millones 980 mil pesos, pese a no haber tenido una estabilidad laboral en los últimos tres años.

De acuerdo con su última declaración posee cuatro propiedades: un departamento en Puebla, una casa en Atlixco, un terreno en el mismo municipio y un departamento en la delegación Benito Juárez de la Ciudad de México.

Este día se llevará a cabo la audiencia en donde se determinará si hay algún tipo de daño en contra de la abanderada de Juntos Haremos Historia, pues pretende evitar que se continúen exponiendo ante la sociedad las irregularidades en las cuales se ha visto involucrada.

Entre los supuestos ataques morales en contra de la abanderada se encuentra la nota que se publicó referente al salón de fiestas que poseen ella y su esposo, José Juan Espinosa Torres, en Atlixco y el cual no está incluido dentro de sus declaraciones patrimoniales.

Además, medios nacionales como El Universal han dado a conocer parte de las irregularidades de la pareja De la Sierra-Espinosa, pues en sus declaraciones no reportaron el usufructo de cuatro propiedades en donde se encuentran un colegio privado, un hotel con jardín para fiestas, un temazcal y un rancho de casi dos hectáreas.