Con el millón 400 mil pesos que Rodrigo Abdala Dartigues cobró del polémico fideicomiso ‘Por los demás’, creado por Morena para ayudar a los damnificados por el sismo del 19 de septiembre, el próximo ‘superdelegado’ del gobierno federal entregó los apoyos de dos mil 400 pesos en el municipio de Jolalpan.

En un recorrido realizado por CAMBIO el 22 de septiembre en Jolalpan, a tres días del terremoto, se encontró en la comunidad de Miltepec al entonces subsecretario de obras del Gobierno del Estado, Xabier Albizuri Morett y a Rodrigo Abdala, quienes por separado realizaban los censos y recorridos correspondientes en la zona del desastre.  

“Como tú bien sabes y que Arturo Rueda conoce las condiciones en las que están porque en alguna ocasión yo me lo encontré en Jolalpan posterior a los sismos, cuando fuimos a visitar a las personas y a los damnificados yo me lo encontré, él conoce las condiciones de las personas”, dijo a CAMBIO.

En entrevista con esta casa editorial, Abdala Dartigues indicó que fue en el municipio de Jolalpan en donde, tras realizar recorridos en las zonas afectadas, alzó el censo y entregó los apoyos por dos mil 400 pesos a las familias afectadas por el sismo de septiembre de 2017.

El también diputado federal de Morena aseguró a esta casa editorial que no publicó nada en sus redes sociales acerca de los recorridos para realizar el censo y la entrega de apoyos, debido a que el fin de esta ayuda a los damnificados no era lucrar políticamente con la tragedia, sino salvaguardar la identidad de los afectados.

En una revisión hecha por CAMBIO se pudo constatar que Abdala Dartigues no realizó ninguna publicación sobre su estancia en la comunidad de Miltepec en el municipio de Jolalpan, hasta que en otra publicación respecto al temblor y apoyo a los damnificados dio a conocer el centro de acopio instalado en la sede del Comité Ejecutivo Estatal (CEE) de Morena.

Fueron las comunidades de Miltepec y Santa Ana en el municipio de Jolalpan, en el corazón de la Mixteca, donde tras el sismo del 19 de septiembre los damnificados durmieron a la intemperie ante la negativa de abandonar sus casas en ruinas por el temor de ser saqueados y perder lo poco que les quedó.