Freaks
Un clásico de lo grotesco


Zeus Munive


El último trago


(Léase con la canción de fondo “El último trago” interpretada por Chavela Vargas.)

 



La última columna siempre es la más difícil de escribir. En serio, y es porque no sabes por dónde empezar si por los agradecimientos o por las explicaciones. Porque tratas de contener todo y reprimirte emociones y sentimientos. Porque es difícil decirle adiós a algo que amaste profundamente. Una vez un viejo amigo me decía que los amores como la buena poesía nunca se olvidan simplemente se abandonan. Y creo que algo por el estilo me pasa a mí en este momento.


Pero dejemos la cursilería y vamos por partes: Mi salida de Cambio se da porque me voy a fortalecer la revista 360 Grados. En este momento se está concretando un 360 Grados en otro estado y este proyecto que comparto con uno de mis mejores amigos, Alejandro Rodríguez, está dando sus buenos frutos: gordos, maduros, de buen color y sobre todo sabor.


Queremos mejorar la impresión, el diseño, los colores y nuestra página de internet. Queremos crecer como periodistas y seguir ofertando un producto de calidad a la sociedad poblana.


Esa y no otra, es la razón de mi salida de Cambio.


Nada de que me peleé con Juan o Pedro, falso. Es crecimiento personal y por supuesto espero dejar las puertas abiertas con mis amigos de Cambio.


Espero que así se queden. Y que salga por la puerta grande, no por la de servicio.


Mi experiencia en otros medios me ha llevado a terminar agarrado del chongo y eso no es lo ideal. Pero nadie experimenta en cabeza ajena y los chingadazos forman hasta el metal más duro.


Hace casi cuatro años, unos locos llegamos a este proyecto llamado Cambio, por cierto este año cumple 30 años. Mario Alberto Mejía, Arturo Rueda, Héctor Hugo Cruz, Ulises Ruiz y un servidor arribamos a la redacción de este diario que tiene en sus manos. La experiencia fue maravillosa y sobre todo adictiva. El periodismo es una pasión en toda la extensión de la palabra y, por ende, fue muy apasionante. Estuvimos en un programa radiofónico llamado La Quintacolumna que fue el más irreverente y desmadroso en la historia de Puebla. Las consecuencias fueron funestas. De ahí entramos en un estado de combate y al final el capitán del barco decidió irse a fundar otro proyecto llamado El columnista. Él fue el maestro, el gurú. Dejó escuela y de eso hay muestras palpables.