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  Sufre familia abuso de Policía Auxiliar

 Policías del grupo táctico entraron para atemorizar a la familia

El día 5 de agosto un policía auxiliar acusó a José Felipe Sánchez Montiel, hijo mayor de la familia, de ser narcomenudista; su casa fue cateada sin previa orden por 30 policías del Grupo Táctico que lastimaron a sus padres e incluso encañonaron a los niños, por lo cual la familia quiere mudarse lejos de Amalucan

Edmundo Velázquez  

Así quedó la casa de la familia Sánchez Montiel después de ser cateada por el Grupo Táctico de la Policía Auxiliar Foto / Cortesía / Familia Sánchez Montiel

Después de vivir 25 años en Amalucan, la familia Sánchez Montiel deberá abandonar su casa por temor a que los cuerpos policíacos la atraquen nuevamente.

El día 5 de agosto un policía auxiliar tuvo un altercado con José Felipe Sánchez Montiel, hijo menor de la familia. Al auto de José Felipe le estrellaron el espejo retrovisor y pidió ayuda enérgicamente al policía Rolando Rosas Victoria. El uniformado se molestó por el reclamo del muchacho al ver que no hacía nada por detener al vecino que había provocado el choque. “¡¿Quieres ver que no hago nada?!”, gritó el policía auxiliar mientras desenfundaba la pistola que portaba, encañonó y golpeó al muchacho.

Tras el altercado el joven entró a su casa y unos minutos más tarde el policía auxiliar pidió refuerzos al Sector 1 de la Policía Municipal. Al lugar llegaron dos patrullas —número P190 y P292— y varias camionetas del Grupo Táctico.

La casa fue cateada sin contar con una orden girada por un juez, 30 policías del Grupo Táctico entraron, atemorizaron a la familia, lastimaron a sus padres e incluso encañonaron a los niños. Llegaron por el muchacho a la casa y también se llevaron a un amigo suyo. Ambos fueron paseados durante toda la noche del 5 agosto y durante la madrugada del día 6 de agosto fueron trasladados a los dormitorios de Rancho Colorado, donde fueron golpeados.

Ante el agente del Ministerio Público fueron presentados horas después acusados de poner resistencia a la autoridad. Para salir de la delegación Oriente del Ministerio Público les fue pedida una cifra de alrededor de 38 mil pesos. La familia juntó el dinero, pero los comprobantes de pago solamente ascendían a 30 mil pesos. El agente del Ministerio Público Ernesto Gutiérrez les mencionó que “su jefe se molestaba si no le tocaba una parte”, para así justificar la falta de 8 mil pesos en los recibos del depósito.

Por el asalto a la casa, Felipe Sánchez Hernández, padre del muchacho golpeado, sufrió un ataque de hipoglucemia. Victoria Montiel, la madre de familia, resultó con lesiones en la espalda y cuello, ahora tiene que usar collarín por los excesos de los policías que entraron violentamente a su casa.

Puertas y ventanas fueron rotas cuando el grupo táctico entró a buscar al muchacho. Y aún pueden verse las manchas de sangre de la golpiza que recibió esa noche al interior de su propia casa.

La familia respondió con la denuncia penal número 2595/2007 de la Agencia del Ministerio Público Oriente por los delitos de lesiones, robo, privación ilegal de la libertad y allanamiento de morada en contra de los miembros del Grupo Táctico de la Policía Municipal y en particular contra el policía auxiliar Rolando Rosas Victoria.

Cuando Jorge Morgado Nava, director de la Policía Auxiliar conoció del caso, temiendo ser parte del escándalo, ofreció llegar a un acuerdo económico con la familia. Elsa Sánchez Montiel, hermana del afectado acudió a las instalaciones de la Policía Auxiliar luego de ser citada por Morgado Nava. A la cita llegó con su mamá para que el titular de la Auxiliar notara las agresiones sufridas y respondiera por los daños, pero no fueron atendidas por él.