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  Relata el exjuez Jesús Sánchez Jiménez

Segunda parte

Guillermo Pacheco Pulido coaccionó directamente sobre el exjuez en Tetela de Ocampo y Acatlán de Osorio Cambio Foto / Archivo

Según mencionó el exjuez, el candidato a la Presidencia Municipal por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en Tetela de Ocampo, Miguel Ronquillo Huerta, era incómodo para de la administración Melquiades Morales Flores en ese entonces. Ya había fungido como presidente municipal en aquél municipio y el plan de la administración estatal era crearle un proceso al vapor

Edmundo Velázquez  

Guillermo Pacheco Pulido coaccionó directamente sobre Jesús Sánchez Jiménez, quien fue juez en Tetela de Ocampo y Acatlán de Osorio, y que después fue perseguido por el Tribunal Superior de Justicia, cuando le fue armado un proceso por sustracción de menores y privación ilegal de la libertad, convirtiéndose en el primer togado perseguido por la misma justicia en Puebla.

En entrevista para Cambio, Jesús Sánchez relató que la primera ocasión en que le fue pedido juzgar por consigna, Enrique Ruiz Delgadillo, secretario adjunto de la presidencia del TSJ le llamó vía telefónica y pidió que liberara una orden de aprehensión en contra de Miguel Ronquillo Huerta, candidato a la Presidencia Municipal por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en Tetela de Ocampo.

Según mencionó Sánchez, el candidato era incómodo para la administración de Melquiades Morales Flores en ese entonces. Ya había fungido como presidente municipal de Tetela de Ocampo y el plan de la administración estatal era crearle un proceso al vapor.

Jesús Sánchez se negó rotundamente a privar de la libertad al candidato del Partido Verde Ecologista y simplemente evadió la orden dada por Ruiz Delgadillo. El entonces juez conservó esa fricción con el secretario adjunto de presidencia, a grado tal que meses después se le rotó de la población.

“Estamos de acuerdo que Tetela de Ocampo es totalmente distinto a Acatlán de Osorio”, comenta el exjuez. “La intención de enviarme de la sierra a la Mixteca era simplemente como para exiliarme”, recuerda Sánchez.

Y es que, como ha ocurrido en otras ocasiones, la rotación de jueces es un recurso bien utilizado por el TSJ para aplicar sanciones a los togados incómodos o con escándalos. Cabe recordar que en el mes de agosto los trabajadores de tribunal regresaron de sus vacaciones con las noticias de que 22 jueces serían rotados en todo el estado. En el caso de Julio Vargas Domínguez y Leonardo Treviño Musalem,  vecinos de Tonanzintla se manifestaron por días frente al edificio del Tribunal Superior de Justicia y Ciudad Judicial, acusándolos de corrupción.

También ocurrió la rotación de Heliodoro Juárez Fernández, quien fuera juez Sexto de lo Penal en Puebla y que ahora pasa al juzgado mixto de Chalchicomula. A Heliodoro Juárez Fernández se le recuerda porque la procuradora de Justicia, Blanca Laura Villeda, le interpuso una queja ante el Comité Administrativo del TSJ por su lentitud para resolver el caso de Alfredo Árcega Silvetti.

Y así también fue castigado Jesús Sánchez. Poco tiempo después de su negativa a encarcelar a Miguel Ronquillo Huerta, se le asignó a Acatlán de Osorio, donde también le sería exigida la justicia bajo coacción del propio Guillermo Pacheco Pulido.

En esta ocasión la consigna ahora era liberar a Serafín Pérez Nava, presidente municipal de Piaxtla de Guerrero, acusado de peculado en contra de la hacienda pública municipal en el proceso 82/97.

“Me volvió a hablar Enrique Ruiz Delgadillo, y como yo era quien firmaba, simplemente me negué otra vez a sus demandas. Yo no iba a dejar que me obligaran a hacerlo. Hasta que recibí otra llamada. Era Guillermo Pacheco Pulido diciéndome que tenía que acatar las indicaciones que se me daban. Así. Fue lo único que me dijo y me colgó. Debo admitir que por el miedo tuve que soltar a aquél presidente municipal que yo había consignado por peculado”, recuerda apenado el exjuez.

Cabe recordar que ayer Cambio publicó sobre la denuncia penal interpuesta por el exjuez Jesús Sánchez Jiménez por tráfico de influencias y delitos contra la administración de justicia, en contra de Enrique Ruiz Delgadillo, secretario adjunto del Tribunal Superior de Justicia y Rosa Celia Pérez González, juez Quinto de lo Penal.