El desaire de Omar
Y se quedaron esperando a Álvarez Arronte y a la unidad del tricolor
Zeus Munive Rivera
Valentín Meneses Rojas llega con toda su comitiva a las oficinas del PRI de la 5 poniente, entra a la oficina de Humberto Vázquez Arroyo y al saludarlo le dice: “Vengo a ordenar lo que desordenaron”.
Una carcajada ficticia viene acompañada del abrazo con golpecitos en la espalda.
—Mi Vale.
—Mi Beto.
Afuera del salón de sesiones están Ignacio Mier Velasco y Jorge Ruiz Romero. Ambos esperan impacientes.
Omar Álvarez no ha llegado.
Humberto Vázquez le dice a Valentín Meneses: “Pues por respeto a los compañeros, comenzamos”.
Son las 11:05 de la mañana y la rueda de prensa de la “unidad” priista da inicio sin Omar Álvarez Arronte.
—Deja una silla para Omar —ordena el líder del PRI en la ciudad a un asistente.
Se sientan al centro Valentín Meneses y Beto Vázquez. A los lados Nacho Mier y Jorge Ruiz, además de Laura Alicia Sánchez Corro.
Una silla atrás se queda vacía, en espera de Omar Álvarez.
La conferencia de prensa inicia y los rollos de la mesura, la unidad y demás frases demagógicas son dichas por los líderes estatal y municipal del tricolor.
En ese momento, el asistente de Beto Vázquez sale del salón de sesiones para asomarse al balcón que da a la calle 5 poniente.
Toma su celular.
Le marca a un asistente de Omar Álvarez Arronte.
Regresa con un recado escrito, que al parecer dice algo más o menos así: “Que dice Omar que no va a llegar. Que es su rueda de prensa y que ellos la arreglen como quieran”. Un tanto en el sentido de: “Que dice mi mamá que siempre no”.
El recado se lo pasa a Humberto Vázquez, quien marca al nextel de Omar, pero éste lo tiene apagado.
Valentín Meneses ahora detalla la convocatoria para la elección del presidente nacional de su partido.
Otra persona del Ayuntamiento manda a decir que Omar no asistió a la rueda de prensa porque está atendiendo el conflicto de San Francisco Ocotlán.
“Esas son pendejadas”, comenta uno de los asistentes en voz baja, “Ocotlán está fuera de Puebla y es bronca de Gobernación estatal”.
Total, Vale reitera su compromiso por la unidad priista.
—¿Alguna pregunta? —culmina Valentín.
—¿Y Omar Álvarez? —sale el primer misil del área de la prensa.
—Bueno —contesta Vázquez Arroyo— es que está cuidando de la seguridad de la ciudad.
“Esas son pendejadas, dice alguien en voz baja, anoche me robaron el rin de mi carro y el huevón de Omar está más preocupado por sus aspiraciones”.
—Pero ¿Y Omar? —el siguiente misil.
Humberto Vázquez trata de defender su posición y asegura que confían en que Omar como todo un caballero, cumpla con su palabra de no ataques.
—¿Dónde está Omar?, ¿por qué no vino? —tercer misil.
La silla sigue vacía.
Y Omar no llega.
Desaira un acto priista.
Luego viene un juego de dimes y diretes entre prensa y priistas: “que si la prensa fue la responsable de los destapes, bla, bla, bla”.
Conclusión: Omar no llega y la “unidad” en el PRI es sólo de fotografía.
Culmina la rueda de prensa y piden la foto con los priistas levantándose las manos.
Beto Vázquez dice: “Pues a esta foto si le hacen un fotomontaje, ya saben a quien poner”.
Omar no llegó. Sólo Nacho Mier y Jorge Ruiz cumplen un acuerdo que se signó desde el jueves y se ratificó el sábado.
—¿Por qué no llegó Omar? —preguntaron.
—Porque ya sabes cómo es él de protagonista —respondieron.
—¿Y la unidad priista?
—Esa se quedó esperando.
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