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No entiendo la política a
balazos: Juan Carlos Morales
Karla Espinoza
Juan Carlos Morales Páez, recién llegado a la Secretaría de Desarrollo Social del Ayuntamiento, asegura que el reto es seguir con los proyectos exitosos que dejó Luis Banck. Su trayectoria en la administración pública comenzó a nivel federal, luego al estatal; ahora se encuentra en el municipio y asegura que es una experiencia maravillosa.
Juan Carlos es un hombre de retos, quien por la influencia de su padre —maestro de Educación Física— aprendió a vencerse a sí mismo, a ser competitivo y a trabajar en equipo. También es papá, de una hija, su mayor logro en la vida, y un servidor público entregado, un maestro “buena onda y barco”.
Karla Espinoza (KE): ¿Quién es Juan Carlos Morales?
Juan Carlos Morales (JCM): Un profesional de la Administración Pública. Me encanta mi trabajo. Estudié Ciencias Políticas y Administración Pública en la Ibero en México.
KE: ¿Fresa de la Ibero, entonces?
JCM: Pues los de Ibero de México son más de clase media. Me tocó estar todavía en Churubusco, tomar camión, andar en metrito, pecerita, y con mucho esfuerzo mi padre —maestro de Educación Física— me dio la herencia de la educación. Soy papá, tengo una niña de cinco años, y soy un hombre que disfruta mucho la vida, el trabajo, el ejercicio, dar clases.
KE: Estudiaste las dos carreras. ¿Eres más servidor público o político?
JCM: Soy más administrador público.
KE: ¿Y la política qué lugar ocupa en tu vida?
JCM: Para todo lo que realizas, haces política. Pero por lo pronto no tengo aspiraciones de un cargo de elección popular. Servimos al municipio, a Enrique Doger.
KE: Eres priista, ¿qué va a pasar con Juan Carlos en caso de que el PRI no siga en el poder?
JCM: Es algo que discuto mucho con mis alumnos. Como dice Max Webber “cómo separamos los servidores públicos profesionales de la militancia política”. Cuando pase eso, podremos tener administradores públicos más profesionales. Me identifico más con el PRI, y comienzo a trabajar cuando el PRI era todo. Te puedo decir que Enrique Doger nunca nos preguntó de qué partido éramos cuando nos invitó a trabajar. Él nos identificó por nuestro perfil y para lo que somos buenos. Somos servidores públicos antes que partidistas. Ya que termine con este compromiso, si me llega a interesar un cargo de elección popular, lo buscaré seguramente por el PRI, pero por el momento no lo busco.
KE: ¿Qué deja Luis Banck y a qué se enfrenta Juan Carlos Morales?
JCM: Recibo una Secretaría con muchos éxitos. Mis retos son dos: cerrar muy bien la administración, darle continuidad a los proyectos que han tenido éxito; y dejar por escrito y hacer una buena entrega para que no se pierda la experiencia. Gane quien gane, que no empiece de cero. Ha habido programas que son exitosos y no se vale que, por quien gane, los desaparezcan. Al contrario, porque son exitosos deben de seguir, no debe de haber tijerazo.
KE: Para los políticos, ser Presidente de la República es su sueño ¿Para los servidores públicos, cuál sería el puesto de tus sueños?
JCM: Ya tengo el trabajo de mis sueños. Todos los trabajos que he tenido han sido el trabajo de mis sueños. Es un reto el servicio, pero hacerlo racionalmente. Cuando estuve en planeación e inversión, el reto fue crear la Secretaría porque no existía. Es un reto trabajar en el nivel municipal, un honor con Enrique Doger, y ha sido el reto más grande de toda mi vida. Laboré diez años a nivel federal, desde gobernación hasta medio ambiente; en el PRI nacional estuve en la campaña de Colosio. Todo eso fue un reto. El reto de Gobierno del estado fue una experiencia maravillosa; tuvimos grandes avances en los indicadores que dejó Melquiades Morales. Pero ahora en el municipio de verdad que es apasionante; es de primer nivel el Gobierno; la cercanía con la gente que menos tiene; y además es mayor reto, porque es donde más cercanía existe, menos recursos y menos institucionalidad. No hay manuales, aquí hay que llegar a construir las cosas.
KE: ¿Cuál es la satisfacción más grande que te deja trabajar a nivel federal, estatal y municipal?
JCM: En el Gobierno federal tuve muchos logros como equipo. Lo que más recuerdo es haber compartido el reto de Luis Donaldo Colosio. Yo era un cuate de quinto nivel en la estructura jerárquica, pero me marcó mucho que todo el equipo de Colosio trabajaba por un objetivo: que la gente viviera mejor. Pudimos cometer errores, pero siempre trabajábamos para que la gente viviera mejor. En el Gobierno del estado era como concretarlo, el hacer, con el gobernador, que la gente que no tenía agua, la tuviera; (realizar) un programa multiplicador de dinero para escuelas, que un niño te dé las gracias. Pero ahora en el municipio, lo más importante es dejar un sistema de planeación y evaluación concretado para que la siguiente administración entre. Que sepan que hay un plan hasta el 2030, donde tenemos que trabajar e irlo adaptando para que la siguiente administración sepa lo que la ciudadanía.
KE: ¿Llegaste a conocer a Colosio?
JCM: Lo saludé. Pero para mí conocer a alguien implica mucho más que agarrarle la mano, es sentarte a dialogar, platicar, escucharlo. En la campaña era director de Enlace de jóvenes con el partido. Para mí era el equipo de Colosio, y fue maravilloso.
KE: ¿Qué te llamaba la atención de Colosio?
JCM: Eran dos cosas: la profundidad de las cosas. A veces somos muy ligeros para solucionar problemas, y Colosio era muy analítico. Y la otra era su parte humana, el tenía sus prioridades, podía estar haciendo campaña, pero siempre tenía tiempo para sus hijos. Siempre. Y eso es algo que pocos.
KE: ¿Qué caracteriza Juan Carlos Morales?
JCM: Creo que me caracteriza la pasión. Soy muy pasional en lo que hago, y no por eso irracional. Le echo muchas ganas a lo que hago. Si juego un partido de básquetbol, le echo todas las ganas para no perder aunque sea cascarita; en la bicicleta de montaña le echo muchas ganas porque no me gusta llegar al final, me gusta vencerme. Si doy clases, me apasiona. Todo lo que hago lo hago con mucha entrega.
KE: ¿Cómo eres como maestro?
JCM: Muy buena onda, soy muy barco.
KE: ¿A poco?
JCM: Siempre les doy las respuestas, y les digo lo que es pregunta de examen. Me gusta como maestro formar criterios, enseñarlos a pensar como líderes, como jefes. Tenemos que formar líderes, y ése es mi trabajo.
KE: ¿Algo que te haya enseñado tu papá?
JCM: Cuando mataron a Colosio, yo me quería retirar de esto, no entendía la política a balazos. Él me dijo que me apoyaba en lo que decidiera. Tenía 24 años, y te hacen eso, es como romperte todas las ilusiones. Me dijo: “si te quieres salir de eso, está bien. Pero tienes que recordar que el espacio que haya sido desocupado por un justo, seguramente será ocupado por un perverso”. Y me convenció de quedarme dentro. Me dijo que el justo y el perverso por igual, son dueños del universo.
KE: ¿Y en este medio, qué has conocido más, justos o perversos?
JCM: Justos. Es más la gente buena.
KE: Lo dijiste rápido y sin dudarlo.
JCM: Estoy convencido que en el Gobierno hay más gente justa.
KE: ¿Qué te hace enojar?
JCM: Las injusticias y la corrupción.
KE: ¿Has sido tu testigo de casos de corrupción?
JCM: ¡Claro!
KE: ¿Y cómo has respondido?
JCM: Denunciándolo. Y no es denunciar legal, pero si decírselos de frente.
KE: ¿Se puede saber alguno?
JCM: Un presidente, quien cuando era subsecretario me ofreció 400 mil pesos por autorizarle una obra. Y lo saqué de mi oficina a empujones.
KE: ¿Cómo decir que no? Eran 400 mil pesos por una firma.
JCM: Son muchas cosas. Pero lo único que le voy a dejar a mi hija es mi apellido. Les puedes dejar dinero, pero el nombre, y que pueda ver de gente a la gente, eso es diferente. Que no sea señalada.
KE: Un hombre tan apasionado como tú, ¿con qué se apasiona además de su trabajo?
JCM: Me gusta muchísimo leer. Me encanta la música. Tengo una colección de música muy grande.
KE: ¿Cuántos?
JCM: Más de 250 discos compactos, y más de 150 casetes. Y bueno, tenía un Ipod que me lo robaron con más de cuatro mil canciones.
KE: ¡¿Como crees?!
JCM: Y seleccionadas por mí. Cuatro mil canciones de todo. Me gusta la salsa, el reggae, el pop en inglés y español, la música clásica. Lo único que no me gusta es la música de banda.
KE: ¿Por qué?
JCM: No sé, pero no me gusta. Los Tigres del Norte me gustan. Y ahorita hay una epidemia.
KE: ¿Si fueras un género musical cuál serías?
JCM: Un merengue. Me encanta el merengue, bailarlo me encanta.
KE: ¿Y lo bailas bien?
JCM: Soy bueno para bailar merengue.
KE: ¿Te enseñaron?
JCM: Solo aprendí. Soy rítmico. Me gusta mucho.
KE: Enséñame cuál es la diferencia entre un merengue y una salsa.
JCM: Que el merengue usa m´ss percusiones y se baila más sobre las puntas, y se puede bailar suelto. Y la salsa es pegadita. Por ejemplo Juan Luis Guerra.
KE: Te ha de haber pesado mucho que te robaran el Ipod, y no por el aparato, sino por tus cuatro mil canciones.
JCM: Esas cosas me dan mucho coraje. No las aguanto. Y te aseguro que quien me lo robó no se imaginó la colección de música que llegó a tener. La falta de respeto a los bienes, a la intimidad del prójimo.
KE: ¿Tienes una canción que sea tu favorita?
JCM: “Beautiful Day”de U2.
KE: ¿Por qué?
JCM: Para mí todos los días son hermosos.
KE: ¿Has llorado con alguna canción?
JCM: Con la de “Heaven” de Bryan Adams, y la de “No se tú” de Manzanero.
KE: ¿Cuál ha sido la más grande estupidez que has hecho?
JCM: Haber perdido a mi familia.
KE: ¿Y tu logro?
JCM: Mi hija. Sin duda.
“Ya tengo el trabajo de mis sueños. Todos los trabajos que he tenido han sido “el trabajo de mis sueños”. Es un reto el servicio, pero de hacerlo racionalmente”.
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