Protegen a militares... sacándolos del País
Abel Barajas / Agencia Reforma
Al menos dos altos mandos del Ejército, comisionados en el combate contra el narcotráfico, han sido enviados al extranjero para su protección.
Un ejemplo: el General Brigadier Roberto Aguilera Olivera fue designado en diciembre de 2006 como agregado militar en la Embajada de México en Argentina.
Antes de ese encargo, Aguilera Olvera se desempeñaba como director del Centro de Inteligencia Antinarcóticos del Ejército, considerado como el organismo que, por encima de la SIEDO, coordina los casos confidenciales más importante del crimen organizado.
El General manejó la información que llevó a la captura de capos como Benjamín Arellano Félix, Osiel Cárdenas Guillén, Albino Quintero Meraz y Alcides Ramón Magaña "El Metro".
Su cargo era de tal importancia que ubicó su domicilio en las instalaciones del Campo Militar Número 1 de la Sedena, de acuerdo con informes a los que se tuvo acceso.
Según fuentes consultadas, su traslado se realizó dentro de una política que tiene el Ejército para garantizar la seguridad de sus cuadros expuestos a la delincuencia organizada.
Otro ejemplo es el General Rolando Eugenio Hidalgo Eddy, ex Comandante de la Novena Zona Militar en Culiacán y actualmente agregado militar en Rusia.
Hidalgo fue enviado a Moscú luego de que el 18 de septiembre dejaron el cadáver de un presunto informante en su comandancia con el mensaje: "Por dedo, Eddy".
Días antes, militares bajo su mando habían capturado a un sobrino de Joaquín "El Chapo" Guzmán.
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