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Dudan especialistas sobre tumba de Jesús
Carecen de 'pruebas contundentes' los autores del documental, afirman expertos mexicanos
María Eugenia Sevilla / Agencia Reforma
La investigación que sustenta el supuesto hallazgo de la tumba de Jesús de Nazareth y de sus presuntos esposa e hijo —María Magdalena y Judas—, carece de pruebas contundentes y debe ser tratada como una hipótesis, coinciden especialistas mexicanos en religión.
Pero las opiniones se dividen ante la posibilidad de que sea veraz la investigación dada a conocer el pasado 26 de febrero por el productor estadounidense James Cameron (Titanic) y el director cinematográfico canadiense Simcha Jacobovici.
Los cineastas anunciaron la transmisión de un documental de su autoría, The lost tomb of Christ (El sepulcro olvidado de Jesús), que se transmitirá por primera vez en Estados Unidos por The Discovery Channel el 4 de marzo, el cual ofrecerá detalles sobre los resultados de la excavación arqueológica realizada en 1980 en el barrio Talpiot de Jerusalén.
Durante su presentación los cineastas mostraron dos de 10 osarios de piedra encontrados en la cámara funeraria, de los cuales seis muestran los nombres en arameo y hebreo de sus ocupantes: "Yeshua bar Yosef" (Jesús, hijo de José), y "Mariamene e Mara" (María la del maestro), "María", "Matia" (Mateo), "Yose" (José, un hermano de Jesús, no su padre) y "Yehuda bar Yeshua" (Judas, hijo de Jesús).
Para el sociólogo de las religiones Roberto Blancarte, de El Colegio de México, el historiador y teólogo especialista en cristianismo antiguo Gonzalo Balderas y el teólogo Luis García Orso, especialista en cristología bíblica y crítico cinematográfico, la afirmación que hacen los autores del documental es la extrapolación de una hipótesis especulativa.
Coinciden en que dicha conjetura se presenta como afirmación, en un ardid publicitario que aprovecha el coyuntural éxito de la novela de Dan Brown, El Código Da Vinci, basada en la suposición de que Jesús y María Magdalena estuvieron casados y tuvieron descendencia.
"Es una estrategia publicitaria para lanzar la película de Cameron, un documental interesado, que explota una versión que carece de fundamentos históricos y arqueológicos", señaló García Orso, de la Universidad Iberoamericana.
"No se puede comprobar el ADN de Jesús, y los nombres que se encuentran en esta familia eran muy comunes en aquella época", añadió.
Advirtió que Jesús de Nazareth no vivió en Jerusalén sino en Galilea, por lo que resulta extraño que sus restos aparezcan en la capital israelí; además de que el título de "maestro" que ostenta la tumba no se usaba entre los judíos ni se le daba a Jesús.
En contraste, el antropólogo Elio Masferrer, de la ENAH, matiza las dudas. Si bien admite que, como prueba, la aparición de los nombres no es contundente, el también presidente de la Asociación Latinoamericana para el Estudio de las Religiones consideró que la investigación es seria.
"Creo, con todo respeto para los que no les gusta la idea, que si la Oficina de Antigüedades de Israel —el equivalente al INAH— dice que encontró y verificó esos datos, hay que demostrar lo contrario con datos en la mano".
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