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Las incongruencias de Omar Álvarez
Acusó a Marín de desviar recursos del Soapap para su campaña
Efraín Núñez Calderón / Héctor Hugo Cruz Salazar
Omar Álvarez Arronte calificó de “espurio”, desconoció y acusó a Mario Marín Torres de tener cargada del Gobierno del estado a su favor, cuando los resultados de la elección de candidato rumbo a la presidencia municipal de Puebla no le favorecieron en el proceso interno del PRI, en 1998.
Según consta en material hemerográfico consultado por Cambio, el ex funcionario de la comuna capitalina —acusado por presuntas irregularidades en su desempeño como secretario de Gobernación municipal— se ha caracterizado por descalificar a sus correligionarios durante diversos momentos en el pasado.
Quien es considerado uno de los personajes más cercanos al gobernador Mario Marín Torres —a pesar de que para desestimar la idea, el propio Álvarez Arronte expuso en el programa “Oro Noticias” la lucha de declaraciones que mantuvo mientras fue funcionario del Ayuntamiento con Javier López Zavala, secretario de Gobernación— atacó a su prócer cuando éste le ganó la candidatura a la presidencia municipal por el PRI, en el proceso interno de junio de 1998.
La cercanía que ostenta con el mandatario fue diferente en aquel año, cuando al inicio del proceso Omar Álvarez, entonces precandidato a la presidencia municipal por el PRI, denunció presiones del Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado de Puebla (Soapap) a favor de Marín, quien dejó la Secretaría de Gobernación —en el sexenio de Manuel Bartlett Díaz— para buscar ser ungido.
“Marín, espurio”:
Álvarez Arronte
La noche de la elección interna —29 de junio de 1998—, los tres aspirantes a la candidatura: Omar Álvarez Arronte, Víctor Hugo Islas y Raúl Pardo, desconocieron a Mario Marín Torres como candidato del PRI a la presidencia municipal. Apostados en la casa de campaña de Víctor Hugo Islas —entonces senador con licencia—, el argumento esbozado fue el cúmulo de irregularidades registradas en la contienda:
“Apenas estamos aprendiendo la democracia, que no se nos tome como rebeldes; estamos aquí reunidos porque queremos evitar choques, por lo menos mi gente está muy molesta por los incidentes de que fueron víctimas, y tuvimos que evitar enfrentamientos mayores con los responsables de estos incidentes”, aseveró Álvarez Arronte respecto al proceso contra la gente de Mario Marín.
En el punto más álgido de su posición, y en medio del calor por el proceso, el hoy ex secretario de Gobernación municipal calificó de “espurio” a Marín Torres. Del descontento y las descalificaciones de Álvarez dan cuenta los principales periódicos de circulación local en Puebla: El Universal de Puebla, El Sol de Puebla y Síntesis.
Álvarez denunció cargada del
Gobierno a favor de Marín
Sin embargo, la lucha encarnizada de Álvarez contra Marín y el Gobierno de Manuel Bartlett empezó en los primeros días de junio, después del registro de candidatos. Simpatizantes del precandidato a la alcaldía por el PRI denunciaron que camionetas del Soapap promovían la campaña de Mario Marín e iniciaron una serie de suspensiones del servicio de agua potable como medida de presión.
La denuncia se publicó en Síntesis, luego de que en rueda de prensa, la esposa de Álvarez Arronte —María Inés Galdeano de Álvarez— acusó de que la campaña interna del PRI estaba convirtiéndose en un “juego sucio”, y reconoció que a su esposo, las encuestas no lo favorecían porque no contaba con dinero suficiente para mandar hacer las suyas, en alusión al puntero en las preferencias, contrario a lo que hizo Mario Marín, quien a la postre fue presidente municipal.
Ante la opinión pública, Galdeano y las simpatizantes de Álvarez demandaron “cese a las acciones de presión”, asimismo pidieron una contienda limpia, alejada de este tipo de mecanismos.
“Marín, el candidato del sistema”
El 5 de junio, Álvarez tronó contra Marín al llamarlo el precandidato “del sistema”, porque en su opinión usó la dirigencia estatal del PRI y la estructura gubernamental para hacer una “campaña personal y silenciosa”, que no garantizaba el triunfo electoral del partido.
En entrevista publicada en Síntesis, Álvarez Arronte precisó que “no se vale que Mario Marín no haya dicho claramente que quería la alcaldía de Puebla”, y aseguró que en ese momento los demás precandidatos se encontraban en una clara desventaja frente a Marín, “quien utilizó la estructura del partido y del Gobierno para su compaña”.
Según la nota, Álvarez Arronte, visiblemente molesto y sentido, denunció que inspectores municipales, asociaciones de colonos, dirigentes y presidentes auxiliares “fueron trabajados por Mario Marín (…) hoy solamente me queda llorar quedito como dicen la canción”.
Al grado de que, según él, vaticinó la derrota de Marín Torres, ya que, el aún aspirante no contaba con el trabajo suficiente en las bases priistas para ganarle a los candidatos de Acción Nacional: “Mario —Marín— no le gana al PAN porque le falta mucho trabajo de base, y en los últimos ocho meses el partido abandonó el activismo político para convertirse en su avanzada de campaña”.
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