Los presidentes saben obedecer


Entrevista con el fotógrafo de Presidentes cobran a Los Pinos $234 mil por hacer el retrato oficial de Felipe Calderón


Daniela Rea / Agencia Reforma

“Por unos instantes, el poder se queda quieto. Ante la cámara todo cede, hasta el mismo poder”, dice Héctor Herrera, el fotógrafo de los Presidentes.

Él, como director, y su hijo Héctor Armando, como técnico, realizaron el retrato oficial de Felipe Calderón. Durante una hora, tuvieron el poder de dar órdenes al Presidente de la República.

“El día de su toma de posesión, Calderón llegó a Palacio Nacional excitado, antes de comenzar le pedimos 5 minutos para que se tranquilizara y pudiera reflejar en el retrato su forma de gobernar”, apunta Herrera Padre.
El resultado fue un retrato horizontal de Calderón sentado en la silla presidencial, con las manos relajadas sobre el escritorio. Ese gesto, según Héctor Armando, refleja la confianza y la tranquilidad con las que quiere gobernar.
“Los Presidentes saben obedecer. Es muy interesante ver cómo nos ceden las decisiones sobre su persona, porque confían en que sabremos transmitir lo que ellos quieren decir de sí mismos.
"Por una hora, tenemos el poder de ordenar al poder”, explica Herrera padre en su estudio ubicado en la Colonia Anzures, de la Ciudad de México.
Por su trabajo, Los Pinos les pagó 234 mil pesos. Herrera hijo dice que no es un costo elevado si se toma en cuenta que el día de la sesión trabajaron 6 personas, entre técnicos de iluminación y asistentes; que hubo 5 sets y más de 60 poses; que el equipo es de casi un millón de pesos y se le imprimieron 180 retratos.
“Hasta nos pidieron un descuento, por eso de la política de austeridad. Este trabajo lo hubiéramos cobrado hasta en el triple. Además, nos pidieron el control total de los derechos de la obra, que entregamos al Estado Mayor Presidencial”, indica Herrera padre.

En el rancho de los Fox

 

El fotógrafo ha hecho los retratos oficiales de los Presidentes desde José López Portillo, salvo Ernesto Zedillo y Vicente Fox, a quien después le realizó un retrato no oficial, pero sí uso oficial.
“La confianza con los Fox fue tal que después fuimos contratados para hacerles retratos íntimos en su rancho. Tuvimos acceso a su casa y su familia”, recuerda.
La tradición fotográfica de los Herrera se remonta a 1986, con su abuelo José María, y luego con su padre Armando Herrera, quien fue el fotógrafo de las estrellas.
Héctor Herrera no se considera un “juez político de nadie”.
“El verdadero valor de nuestro trabajo es que la foto oficial es un símbolo patrio que llega a los hogares más pobres. No funcionan cuando son como la de Vicente Fox –acompañado por grupo con ciudadanos--, porque la gente quiere ver cierta autoridad y poder en quien tener confianza”.
Herrera asegura que en las fotos oficiales de los Presidentes no hay ningún engaño a la población.
“El Calderón de este retrato no es el Calderón de 100 por ciento, pero es el de un momento que fue cierto. Las fotos son posadas por los políticos, pero no prefabricadas por los fotógrafos, esa combinación permite que ninguno de los dos poderes se imponga en el retrato final”, concluye.

 

Su ojo clínico
El carácter de los mandatarios según Héctor Herrera.

 

- José López Portillo: Tranquilo, de decisión fuerte, pero abierto a otras opiniones.
- Carlos Salinas de Gortari: Inteligente, perspicaz y meticuloso.
- Vicente Fox: Humano, accesible, curioso.
- Felipe Calderón: Seguro de sí mismo y de su trascendencia.



 
 
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