_
Invitado Especial
La Quinta Columna


El contenido de las columnas y de opinión son responsabilidad de quien las escribe y no reflejan precisamente la linea editorial de este medio

  Banda y porras para los aspirantes desconocidos

Inician los priistas registro de sus precandidatos a diputados

 

Yonadab Cabrera Cruz 

banda porras
Luis Alberto Arriaga Cambio Foto / Tere Murillo

 

Entre música de banda, porras y señoras gritonas que incitaban a su familia a vitorear a sus candidatos desconocidos, se llevaron a cabo los registros del PRI para diputados locales.

La cita fue a las once de la mañana en la sede estatal de este partido.

Los primeros en registrarse fueron los aspirantes a legisladores del interior del estado, los cuales pasaron desapercibidos, sin pena ni gloria.

Para ellos fue como realizar un tramité burocrático cualquiera y a pesar de que dieron un breve discurso, sólo se escuchó el eco de sus voces, no prendieron ni a su porra.

Poco a poco fueron arribando los contendientes por los seis distritos con cabecera en la capital del estado, de pronto, el ánimo cambió en las instalaciones del PRI estatal, pues lo que en un principio fue una escena gris e incipiente, se transformó en una fiesta de fin de semana, con globos, pancartas, mantas, latas de refresco llenas de piedras, trompetas, matracas, en fin, cualquier cosa que pudiera hacer ruido.

Después de causar conflictos y problemas viales, por la marabunta de personas que cada candidato acarreó, la escena fue típica de un desfile pueblerino, donde las familias, los miembros de organizaciones y uno que otro despistado, marcharon portando las playeras con logotipos priistas y en alusión a sus candidatos, prendas que desde ayer forman parte de su guardarropa.

Vinieron los discursos a modo, alabando el proyecto gubernamental y la repetida hasta el hartazgo "unidad de los priistas".

El argumento progresista de los años 70 retumbó en las paredes del recinto de la Diagonal Defensores de la República. "Blanca es la candidata de unidad, con Blanca vamos a ganar", gritaba la base priista, leal hasta el próximo mitin.

En su discurso, casi hasta las lágrimas, Pablo Fernández del Campo agradeció a su padrino Rafael Cañedo Benítez la oportunidad de llevarlo a las sendas del PRI.

Y no faltó quien entre el público preguntara "¿y este güerito de donde salió?", otros respondían: "es Pablo Fernández, ese. el de la foto".

Entre zavalistas y dogeristas se repartieron las candidaturas, miembros de ambas burbujas se dieron cita para apoyar a los suyos. Así transcurrió la jornada, con el optimismo de los candidatos priistas recién electos, con la base priista cargada en baterías, listos para desvivirse por sus aspirantes, aunque la mayoría de éstos sean completos desconocidos. 

Entre zavalistas y dogeristas se repartieron las candidaturas, miembros de ambas burbujas se dieron cita para apoyar a los suyos. Así transcurrió la jornada, con el optimismo de los candidatos priistas recién electos, con la base priista cargada en baterías, listos para desvivirse por sus aspirantes, aunque la mayoría de éstos sean completos desconocidos. 

Vinieron los discursos a modo, alabando el proyecto gubernamental y la repetida hasta el hartazgo “unidad de los priistas”.

El argumento progresista de los años 70 retumbó en las paredes del recinto de la Diagonal Defensores de la República.


“Blanca es la candidata de unidad, con Blanca vamos a ganar”, gritaba la base priista, leal hasta el próximo mitin.

 

 

Publicidad

Versión Online

 

© Copyright, 2007 www.diariocambio.com.mx