Buscan revitalizar Museo Carrillo Gil

Señala Itala Schmelz que el mayor desafío consiste en aprovechar el escaso presupuesto


Óscar Cid de Léon / Agencia Reforma

Itala Schmelz, directora del Museo de Arte Carrillo Gil (MACG) desde mayo, se encuentra ante dos retos: recuperar el carácter de espacio de encuentro que tuvo el recinto y desarrollar actividades con una partida presupuestal que considera insuficiente.
"El museo trabaja con un presupuesto por el orden de los 2 millones de pesos (para destinarlo exclusivamente a exposiciones y eventos culturales). No es suficiente, es un presupuesto elemental y creo que lo debemos incrementar", señala en entrevista la funcionaria.
La escasez de recursos "asusta" a la funcionaria y ejercerlo es un reto, pues en la Sala de Arte Público Siqueiros, que dirigió hasta el 30 de abril, contaba con una partida de un millón de pesos, comparativamente mayor si se comparan ambos sitios.
El MACG necesita repensarse, señala Schmelz, una mujer que cuando universitaria era asidua a la librería y a la cafetería que una vez albergó el Carrillo Gil.
"Esa cafetería, por ejemplo, ya no existe. Tenemos allí abajo un espacio vacío y también un auditorio que no funciona y que necesita ser reactivado. Entonces, lo que intentaremos es tratar de recuperar esos espacios".
Necesidades hay muchas, refiere. Modernizar baños y el sistema eléctrico, por ejemplo, así como reequipar las oficinas con nuevas computadoras es parte de la tarea que busca emprender, aunque aún no existe partida para ello.
"Realmente tenemos, en ese sentido, una empresa grande por delante", reconoce, aunque prefiere no revelar los números del diagnóstico económico para afrontar dichas necesidades.
Se trata de una inversión que podría provenir, incluso, de patrocinadores y de la Asociación de Amigos del MACG.
Las bodegas, asimismo, necesitan optimizarse. "Como están, funcionan, resguardan, cuidan y protegen, pero sus condiciones son mejorables".
Para ello es necesario instalar muebles nuevos, modernizar el sistema que regula su temperatura y crear un archivo, pues se carece de un espacio adecuado para resguardar la documentación existente de las obras, explica.
Además, buscará crear una ludoteca que dé servicio de guardería mientras los padres recorren el sitio o visitan la cafetería; proyecto que articula con el propósito de dignificar las áreas de trabajo de los 60 empleados del MACG.
Su antecesora Mercedes Iturbe, quien falleciera en abril, ya había comenzado a pone en marcha este tipo de acciones con la adecuación de una cocina-comedor que antes se utilizaba como bodega.
"Yo, incluso, antes de llegar al museo había pensado que lo primero que tenía que hacer era darle un espacio digno a los trabajadores, y en ese sentido coincidí con Mercedes, que nos dejó todo adelantado".
En el orden del quehacer artístico Schmelz buscará mayores discursos de integración de las colecciones de arte moderno —Orozco, Rivera, Siqueiros, Nishizawa, Gerzo, entre otros— y las piezas de creadores contemporáneos.
Sobre sus proyectos de exposiciones la funcionaria prefirió no dar de detalles. Por lo pronto, en el museo ubicado en Av. Revolución 1608 se exponen Vacío contenido, de Martín Soto, y las colectivas Vistazo y Quietscapes.
Lo que sí adelanta es que la próxima muestra, que tendrá lugar en la segunda mitad del año, buscará presentar una lectura integral de las más de mil 700 piezas de la colección.
En cuanto a su equipo de colaboradores Schmelz mencionó a Víctor Palacios, a cargo del Departamento Curatorial; Alberto Torres, quien coordinará iniciativas dedicadas la colección del museo, y Sofía Olascoaga, en el área de servicios educativos que incluye seminarios, cineclubes, biblioteca y videoteca, cuyo material se exhibirá en el auditorio que la nueva administración sacará del olvido.


 
 
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