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Queda Tri en ridículo
Pierde Hugo Sánchez su primer partido oficial dirigiendo al Tri
Luis Homero Echeverría / Agencia Reforma /
Y llegó el decorado para 180 minutos de un lamento de futbol: la derrota. Al Tricolor le cayó su merecido por lo que dejó de hacer en los dos primeros juegos de la Copa Oro y fue por la vía del suicidio con la autoría material de Cuauhtémoc Blanco.
México perdió 2-1 ante Honduras, la primera derrota en juego oficial para Hugo Sánchez como entrenador, y la primera con los catrachos desde aquel descalabro que propinó Carlos Pavón en junio del 2001.
Otra vez estuvo Pavón en el campo para deleitarse con la victoria hondureña, pero ahora el héroe se llamó Carlos Costly, jugador que vive en México y que con un corte de manga mando "saludos", sabedor de la sacudida que causó con su segundo gol.
Y el antihéroe fue Blanco. El ex americanista resultó durante 45 minutos el mejor hombre del Tricolor, con toque claro, conducción, movilidad, trazos precisos y limpios hacia el área y, sobre todo, esa tenacidad que en el juego anterior no mostró Adolfo Bautista.
El "10" de los mexicanos respondió a su camiseta en el primer tiempo y se convirtió en la diferencia. Más allá de su gol, orquestó al equipo y rescató el planteamiento que pretendió el técnico Hugo Sánchez.
Pero lo mandó a la basura en una de sus típicas reacciones irascibles, de enfado y protagonismo, al propinarle un codazo al zaguero Samuel Caballeros, sólo porque éste le dijo que lo traería bien marcado.
La tarjeta roja para Cuauhtémoc descompuso a México y su estratega no supo cómo recuperarlo. Lejos de eso, Hugo metió al campo a Fernando Arce, cuando el estar con 10 hombres y el "librito" pintaban el juego para el contragolpe, pero la velocidad de Nery Castillo se quedó en la banca.
Todo se vino abajo. El Tri no atacó, su pase en el medio terreno fue excesivo y lateral, la defensa volvió al nerviosismo de los primeros minutos del cotejo y desde la banca no vino la idea adecuada para cambiar el tono del equipo.
Los centroamericanos le dieron la bienvenida al control de balón y con la receta mexicana de atacar por los costados marearon a los "Gigantes de Concacaf" y se pusieron a tiro de piedra para hacerlo caer.
Entonces apareció la jugada del dolor mexicano, y para colmo con un Carlos Salcido que el sábado pidió respeto y exigió jugar y que a la hora buena no saltó en la marca sobre Costly.
Honduras festejó como si clasificara a la Copa del Mundo y las caras largas prevalecieron en el equipo mexicano, más al silbatazo final.
México peleará con Panamá el próximo miércoles en Houston por su boleto a los Cuartos de Final, pase que ya se puso lejano y apenas en la primera prueba seria para Hugo, la que de momento se colocó al borde del ridículo.
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