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¡Bendito sea Dios, soy perredista!
Alfredo Achard Carretero está convencido de su militancia partidista
Karla Espinoza
Alfredo Achard Carretero, de 27 años, es joven y con muchas aspiraciones, sobre todo se siente bendecido de ser perredista. Él se metió en la política desde los 17 años con Melquiades Morales —sí, era priista— pero después, como asegura, “se purificó” y se volvió perredista.
Tuvo la oportunidad por medio del famoso “Nico” —quien se dice era chofer de Andrés Manuel y ganaba 60 mil pesos— de incursionar en logística y ser una de las personas más cercanas al candidato por la “Alianza por el bien de todos”. Tanto que hasta sus cosas personales le arreglaba.
Alfredo se define más que político como aspirante a servidor de la nación, con propuestas de reducción de salarios de los funcionarios públicos, los cuales considera exorbitantes, y de un cambio en el modelo económico neoliberal.
Karla Espinoza (KE): ¿A tus 27 años te declaras un político?
Alfredo Achard (AA): Primero habría definir el concepto de político, sobre todo en la clase joven que tienen una imagen del político que se queda dormido en el Congreso de la Unión. Prefiero que me vean como un aspirante a servidor de la nación, y para eso hay que tener vocación, estudios, experiencia, valores. Para quien quiera ser político, debería de haber como un librito o un manual.
KE: ¿Y a qué aspiras?
AA: A eso: a ser gobernante de país, a tener una carrera política en beneficio de los ciudadanos y en beneficio de esta tierra que me vio nacer.
KE: ¿En algún momento fuiste priista verdad?
AA: Sí, claro, era del PRI de Melquiades Morales, y era el PRI de Melquiades Morales; ése es un problema del PRI, que es como una franquicia en los estados: el PRI de Fidel Herrera, en Veracruz; el PRI de Ulises Ruiz; el PRI de Mario Marín, y cualquier otro. Estuve en el de Melquiades Morales, en 1997 y era su “IBM”, andaba con él para todos lados, y con él conocí los 217 municipios de Puebla.
KE: ¿Crees que todos tenemos algo de priista en nuestro ser?
AA: No, ya no. Habemos quienes con el tiempo nos purificamos.
KE: ¿Cómo te lograste purificar?
AA: Cuando me fui a España para hacer una maestría en Política y Participación Ciudadana en el estado de Derecho, y era una universidad de ultra derecha, y te das cuenta de que es un fascismo el que se maneja en la derecha; te das cuenta de otras posibilidades. Me purifiqué, sobretodo en Alemania.
KE: Fuiste alguien que siempre tuvo todo, ¿por qué no tener una vida “normal”?, ¿qué te motiva para estar en la política?
AA: Es un medio difícil, lamentablemente con más sinsabores que alegrías, en un país con unas carencias terribles, rezagos y con unos recursos muy limitados.
KE: Los Achard son perredistas. ¿Cómo se dio el consenso de ser perredistas, quién fue el de la idea, lo platicaron, cómo fue?
AA: Fíjate que mi papá nunca ha sido priista. A él lo invitó Melquiades porque mi papá era de los Organismos Empresariales. Yo si renuncié al PRI, en mi casa nadie más ha estado en el PRI. Ya ves, mi mamá lleva una labor social de hace 17 años; es presidenta del voluntariado del Hospital del Niño Poblano; le han ofrecido diputaciones, lo que quieras. ¿Qué te digo? Mi mamá es un activo para cualquier partido político…
KE: Entonces debí entrevistar mejor a tu mamá…
AA: Creo que sí. Fíjate que cuando se vino lo de Andrés Manuel, mi papá fue el primero que se empezó a meter en eso del llamado “Peje”, y así empezamos a seguirle la pista y a meternos.
KE: ¿Y ahora como perredista, qué tiene de maravilloso el PRD?
AA: No, no creo que sea maravilloso, ni el PRI; no creo que sean maravillosos. Me gusta mucho el partido; es el más democrático que hay, y cualquiera que desee puede ser dirigente ahí. Por eso es que hay tanta expresión dentro del partido como la Nueva Izquierda y el líder de esta corriente es Chucho Ortega. Si una de estas peguntas fuera ¿a quién admiro?, respondería que a Chucho.
KE: ¿Más que a Andrés Manuel?
AA: Sí. Jesús es un líder de izquierda, de izquierda. Andrés Manuel fue priista en Tabasco, un líder innato. Podemos hablar de sus errores y de sus aciertos, pero en el caso de Jesús, es una persona que viene de la lucha de izquierda de toda la vida, de aquéllos que se peleaban, los perseguían, los apedreaban; y es una persona que se ha venido sorteando y aunque le peguen, le peguen, él sigue; es muy tenaz, más allá de lo imaginable. Jesús es un hombre de partido, quien ha escalado poquito a poco, pero cada paso que da es firme. Andrés Manuel no; él traía toda la inercia de los medios de comunicación, de lo del desafuero de los puercos que lo querían encarcelar. Considero que el mejor candidato del 2006 fue Andrés Manuel.
KE: ¿Y para el 2012?
AA: Podría ser Jesús, si así lo busca él.
KE: ¿Quién es Jesús Ortega en el PRD?
AA: Fundador de la Nueva Izquierda del partido, y es la más grande porque controla Congresos, Senado, y lo tachan de que es “dueño del partido”, pero no. Él es uno de los fundadores.
KE: ¿Qué crees que distinga a un perredista, a un priista y a un panista?
AA: A ver si no me meto en broncas.
KE: A ver… en una palabra ¿priista?
AA: Fantoche, ladrón.
KE: ¿Panista?
AA: Cínico, tramposo.
KE: ¿Perredista?
AA: Aferrado. Y esto es muy difícil, porque todos los partidos tienen lo suyo. A lo que voy es que ¡bendito sea Dios soy perredista!, porque puedes ser como tú eres sin temor a represalias. Además, en el PRD hay una inmensidad de expresiones, de formas de ver la vida, pero a final de cuentas nos unimos en torno a un proyecto, y en otros lados no, está el proyecto y el que se quiera unir a él.
KE: ¿Cómo te llegó la invitación para participar de manera tan cercana en la campaña de Andrés Manuel?
AA: Por Nicolás Mollinedo. ¿Te acuerdas que era a quien todo mundo acusaba de chofer de Andrés Manuel, que ganaba 60 mil pesos? Ésa es otra de las mentiras. Fíjate, Nicolás era el coordinador de Logística del Gobierno del Distrito Federal. Cualquier secretario, si quería organizar un evento, le tenía que decir primero a Nicolás porque él tenía bajo su mando cerca de 60 personas, relacionadas con toda la logística del Distrito Federal. Pues Nicolás me invitó a ser parte de la Logística de la campaña de Andrés Manuel para encargarme un poco de la parte política de la misma.
KE: ¿Qué te deja esa campaña, un año recorriendo el país, poniendo de tu dinero…?
AA: De entrada, la satisfacción. Dos, conozco el país de pe a pa, y eso ha ayudado que en cualquiera de los 300 distritos del país tenga amigos, y eso también ha sido por mi forma de ser, de llevarme bien con todo mundo. No me da miedo llegar a cualquier estado, porque siempre me llevé bien con todos. Otra cosa, conocí la pobreza en su máxima expresión. Conocí a Andrés Manuel, un luchador social, un hombre comprometido con la sociedad. Y a pesar de que hubo fraude electoral…
KE: ¿Seguiste?
AA: No, es que me voy a morir diciendo que en las elecciones del 2006 hubo fraude electoral. Entonces, me deja la ideología de izquierda más dentro de mi alma.
KE: ¿Te sorprendía que la gente veía al “Peje” como un mesías?
AA: Es que no lo veían como un mesías. Lo veían como una esperanza. Nadie puede escapar de la realidad de la pobreza que hay en este país. La gente lo veía y lloraba, pero veían una esperanza en él.
KE: ¿Y tú como aspirante, qué propones?
AA: Eso de usar los recursos públicos para cosas personales, gastos de representación, de comidas, quiero terminar con eso. Terminar con los altos salarios de los funcionarios, porque es una exageración lo que ganan. Eso es en un lado; por otro, necesitamos cambiar el modelo económico neoliberal que han impuesto los panistas y los priistas en este país. Tenemos que cambiarlo urgentemente, y cambiarlo no es convertirnos en comunistas.
KE: ¿Realmente creías en Andrés Manuel?
AA: Claro, no cobré ni un peso en toda la campaña.
KE: ¿Y no te prometen nada?
AA: Nada. Mira, dos personas que conozco que no te prometen nada son Andrés Manuel y Chucho, y a los cercanos a Andrés Manuel ya quién sabe. Entré por Nicolás, que hasta la fecha es mi gran amigo; a su familia también la verdad la quiero mucho. Los veo como mi familia, y no, no me prometió nada. A lo mejor las ganas de cambiar esta realidad.
KE: ¿Qué posibilidades tienes, a lo mejor, de una diputación?
AA: Mira, sí me interesa como político. Es una carrera política, y se debe incluir, y debe ser un trampolín para lo que sigue. Como perredista que soy, y como integrante del Frente Amplio, podría tener oportunidades de ser candidato a una diputación, o inclusive por una planilla hasta regidor, pero no descarto y ni me apunto en nada. Pero también el año que entra cambia la presidencia del partido, pero no sé si venir a Puebla me reste presencia allá.
KE: ¿Prefieres lo nacional que local?
AA: De momento sí. Creo que la política local está muy desvirtuada, muy conflictuada; hay demasiados intereses de por medio.
KE: ¿Qué le admiras al “Peje”?
AA: Mira, a mí me tocaba dejarlo dormido en su recámara. Me tocaba incluso sacar sus artículos personales. Tenía que llegar antes, yo iba en la avanzada. Llegaba al hotel antes que él y sacaba sus cosas personales, su cepillo de dientes, su desodorante…
KE: ¿Cuál usaba?
AA: Obao.
KE: ¿En serio?
AA: Te lo juro por Dios, y el rastrillo era de los desechables de BIC. Eso le admiro, que el dinero no lo mueve. A sus colaboradores sí, a él no. Sus zapatos Flexi, sus pantalones Dockers.
KE: Mencionaste que durante campaña, tu manera de ser te sirvió para hacer muchos amigos en el país. Podría ser su ventaja en la política, ¿pero qué desventaja tienes?
AA: Soy demasiado buena gente. Me paso de buena gente, y eso a veces la gente lo interpreta como “pendejo”, y no creo serlo
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